Más pesadillas en la cocinaJueves, 18 de agosto de 2016El francés vuelve a ser el ogro de la película, esta vez en Pesadilla en la Cocina, donde humillará a dueños de restaurantes. Y Maru, "madre, emprendedora, esposa y también amiga" según El Gourmet, vuelve al cable.
Ya es historia conocida: programas que ya conocemos de la televisión extranjera, ahora nuevamente adaptados a los escasos recursos de los canales vernáculos.
Pasaron MasterChef y Dueños de la Cocina, dos espacios que catapultaron a la fama efímera a cocineros de talla pesada como Christophe Krywonis, quien de pasarla mal cuando debió cerrar su restaurante y ser un casi desconocido para el público, se equiparó con Donato De Santis y Narda Lepes gracias a la pantalla boba.
Pareciera ser que el papel de malo le queda tan bien al cocinero francés, que ahora tendrá el desafío de conducir él solito el nuevo proyecto de Telefé, llamado Pesadilla en la Cocina. El formato es harto conocido, ya que desde el 2004 lo puso en el aire Channel 4 con Gordon Ramsay.
El inglés, que a diferencia de Christophe sumó 16 estrellas Michelin en su trayectoria y odia a los vegetarianos y lo dice, lo condujo con gran éxito con el nombre de Kitchen Nightmares. En España, con el chef Alberto Chicote, tiene la misma denominación que se tomará aquí en la televisión local devaluada.
EL FRANCÉS VA A SER PESADILLA DESTROZANDO RESTAURANTES, MIENTRAS QUE MARU BOTANA SE REIRÁ UNA Y MIL VECES MIENTRAS OTROS LABURAN.
El plan del canal de la pelotitas es que el programa pueda emitirse este año. Según la tónica del formato, el jurado, juez o como se lo llame, visitará
las cocinas de restaurantes para evaluar (en realidad destrozar las cartas, la higiene y los platos que se preparan).
Krywonis dará su opinión y dirá, cual maestro Siruela, qué hay que hacer y luego volverá para ver si le hicieron caso. Antes, humillará a todos y se supone que hará lagrimear a más de uno.
Originalidad cero. Calidad menos diez. Grotesco absoluto. País generoso que copia todo y mal.
Pero a ajustarse los cinturones. Esto no es todo, hay más novedades. La otra novedad es una remake de algo decadente. Vuelve Maru, la inefable y simpática símil cocinera. No sabemos si andará esta vez en patines, pero seguro que tendrá sus ayudantes para que laburen, mientras ella pone la caripela buscando el mejor ángulo para la cámara.
El programa, Cocinando con Maru, marca el regreso de la pastelera surgida de las huestes de Francis Mallmann y que ya se está grabando para emitirse en octubre.
Maru regresa tras dos años y según el canal es "la más querida de la televisión argentina" (paren que ya hay dos restaurantes de pizzas con ese nombre). Y hay más, dicen que es mujer (pucha que no me había dado cuenta), "madre de 8 (sic), empresaria emprendedora (sic) y esposa".
O sea que el decadente canal gourmet retoma la grabación de programas locales, luego de un parate que ha provocado una caída muy grande en la audiencia.
Uno te hará llorar y la otra te hará sonreír. Pero el resultado será el mismo, más tele para usar el control remoto y buscar otra cosa de mayor nivel.
El francés vuelve a ser el ogro de la película, esta vez en Pesadilla en la Cocina, donde humillará a dueños de restaurantes. Y Maru, "madre, emprendedora, esposa y también amiga" según El Gourmet, vuelve al cable.
Ya es historia conocida: programas que ya conocemos de la televisión extranjera, ahora nuevamente adaptados a los escasos recursos de los canales vernáculos.
Pasaron MasterChef y Dueños de la Cocina, dos espacios que catapultaron a la fama efímera a cocineros de talla pesada como Christophe Krywonis, quien de pasarla mal cuando debió cerrar su restaurante y ser un casi desconocido para el público, se equiparó con Donato De Santis y Narda Lepes gracias a la pantalla boba.
Pareciera ser que el papel de malo le queda tan bien al cocinero francés, que ahora tendrá el desafío de conducir él solito el nuevo proyecto de Telefé, llamado Pesadilla en la Cocina. El formato es harto conocido, ya que desde el 2004 lo puso en el aire Channel 4 con Gordon Ramsay.
El inglés, que a diferencia de Christophe sumó 16 estrellas Michelin en su trayectoria y odia a los vegetarianos y lo dice, lo condujo con gran éxito con el nombre de Kitchen Nightmares. En España, con el chef Alberto Chicote, tiene la misma denominación que se tomará aquí en la televisión local devaluada.
EL FRANCÉS VA A SER PESADILLA DESTROZANDO RESTAURANTES, MIENTRAS QUE MARU BOTANA SE REIRÁ UNA Y MIL VECES MIENTRAS OTROS LABURAN.
El plan del canal de la pelotitas es que el programa pueda emitirse este año. Según la tónica del formato, el jurado, juez o como se lo llame, visitará
las cocinas de restaurantes para evaluar (en realidad destrozar las cartas, la higiene y los platos que se preparan).
Krywonis dará su opinión y dirá, cual maestro Siruela, qué hay que hacer y luego volverá para ver si le hicieron caso. Antes, humillará a todos y se supone que hará lagrimear a más de uno.
Originalidad cero. Calidad menos diez. Grotesco absoluto. País generoso que copia todo y mal.
Pero a ajustarse los cinturones. Esto no es todo, hay más novedades. La otra novedad es una remake de algo decadente. Vuelve Maru, la inefable y simpática símil cocinera. No sabemos si andará esta vez en patines, pero seguro que tendrá sus ayudantes para que laburen, mientras ella pone la caripela buscando el mejor ángulo para la cámara.
El programa, Cocinando con Maru, marca el regreso de la pastelera surgida de las huestes de Francis Mallmann y que ya se está grabando para emitirse en octubre.
Maru regresa tras dos años y según el canal es "la más querida de la televisión argentina" (paren que ya hay dos restaurantes de pizzas con ese nombre). Y hay más, dicen que es mujer (pucha que no me había dado cuenta), "madre de 8 (sic), empresaria emprendedora (sic) y esposa".
O sea que el decadente canal gourmet retoma la grabación de programas locales, luego de un parate que ha provocado una caída muy grande en la audiencia.
Uno te hará llorar y la otra te hará sonreír. Pero el resultado será el mismo, más tele para usar el control remoto y buscar otra cosa de mayor nivel.