Con la quita de subsidios al agua y el aumento del 20% de la hoja de yerba, tomar mate va a costar más caro que el whisky.
Cada vez que los funcionarios del gobierno hablan, el pueblo tiembla. Y fue así nomás, como cuando Kiciloff y De Vido, con cara de piedra hablaron de “reasignación de subsidios”, en lugar de decirle a la gente que las tarifas a pagar de luz, gas y agua se van a las nubes. En efecto, si de agua se trata, insumo fundamental para el mate nuestro de cada día, costará un 400% más desde que el gobierno haga efectivo el quite. Y ni hablar de que te compensen con una baja de lo que te esquilman de impuesto a las ganancias en el sueldo.
Pero esto no es todo, volviendo al mate amargo (porque el azúcar también subió), el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) acordó un aumento del 20% para la yerba mate en sus variedades hoja verde puesta en secadero y canchada. El nuevo valor regirá en la próxima cosecha, casi en simultáneo con las tarifas plenas de los servicios. De esta forma, el kilo de hoja verde puesto en secadero pasó de 3 a 3,60 pesos, y el de la canchada, de 11 a 13,30 pesos. En tanto que el kilo de yerba molida se comercializará, como valor de referencia, a 26,60 pesos.
Aumenta la yerba, el agua quedará sin subsidios, sólo falta que nos cobren el aire que respiramos entre mate y mate.
Ahora bien, si exceptuamos la marca Amanda tradicional, cuyo “precio cuidado” alcanzaba a fines de marzo a $ 27 el kilo, que brilla por su ausencia en las góndolas, quien encuentre un valor parecido a éste que avise y le damos un premio. Otro “precio cuidado”, en este caso de Unión Suave de medio kilo, trepaba en la misma fecha a $ 17,75. Y la más cotizada Taragüí, también de medio, a $ 22 (es decir 44 el kilo, lejos, muy lejos de los 26,60 “oficiales”.
Por ende, si te gusta el mate, la bebida más consumida por los argentinos luego del agua, la infusión que debiera ser bebida nacional en lugar del vino; preparate porque te va a costar más caro que tomarte un whisky. Seguro que ahora aparecerán algunos talibanes a defender al gobierno, pero la verdad sea dicha: de esta forma no se defiende “la mesa de los argentinos”. Ya ni mate se puede tomar, como en el tango, habrá que dejar la yerba secándose al sol.
