Secador de pelo: El arma mágica de todo buen cocineroMiércoles, 12 de febrero de 2014 No es la cuchilla bien afilada. Tampoco una pinza “mano de cocinero”. Ni un batidor. Menos aún el colador “chino”. Ni la chiara. Es, cha, cha, chan, el secador de pelo (Massey dixit).
Cuando creíamos que todo estaba inventado en la cocina, vino Pablito Massey, vio y dijo: “tengo el arma mágica de alta calidad de todo buen cocinero”. Y Pablito no clavó un clavito, sino que le metió el secador de pelos hasta en el trago que se estaba tomando para que no estuviera tan helado (o habrán sido varios porque hay que estar en curda para pretender que creamos lo de su arma mágica). El evento es el segundo gran “acto kafkiano” del 2014, tras los tomates rellenos de Narda en Punta del Este. Recuerden que el año pasado vimos a Francisco en París “cocinando” un sánguche de baguette con jamón y queso, y también “ofendiendo comensales” en Montreal (según el director del festival de esa ciudad canadiense); a Maru enseñándonos a pelar y cortar el salamín, y además errándole a la receta de los tacos mexicanos.
Para no ser menos, Pablito, que es un conspicuo discípulo del maestro Francisco, aparece en un video dando cátedra sobre cómo usar el secador de pelos cuál arma mortal en la cocina. El chef que armó los menús gourmet de Mac (???), prepara una bruscheta de salmón “para situaciones extremas”. Agarra, como ven, una foccacia, le pone el salmonete por arriba, con jengibre rallado, cubre con musarela rallada (qué manera de arruinar un salmón con queso) y aparecen entonces los dos secadores de pelos. Derrite la musa y agrega palta, cherries (hasta un niño haría esto sin mayores dificultades, y hasta creo que no cometería el sacrilegio de meterle queso al salmón).
Más adelante, Pablito se autoclava un clavito, cuando dice que la “musarela” es “clave para un momento de mucho hambre”. Es mucha hambre, no seas machista Pablo, porque el hambre es como el agua, viste, es el agua pero es mucha cuanto te bañás.Está bien que digas el arma, y no la arma.
“Como no le alcanza esta atrocidad”, dice nuestro amigo Max Carnage, el video incluye además un postre muy “original”: panqueques de dulce de leche repostero. Y como éste se ve muy duro, saca otra vez ambos secadores y lo ablanda mandándole aire caliente al panqueque en “situación extrema”. Cierro con un comentario de Max, quien nos dio una mano con esta nota: “¡Qué tortura desgrabar esto y encima tener que ver el video!”. Cuánta razón tenés Max.
Cuando creíamos que todo estaba inventado en la cocina, vino Pablito Massey, vio y dijo: “tengo el arma mágica de alta calidad de todo buen cocinero”. Y Pablito no clavó un clavito, sino que le metió el secador de pelos hasta en el trago que se estaba tomando para que no estuviera tan helado (o habrán sido varios porque hay que estar en curda para pretender que creamos lo de su arma mágica). El evento es el segundo gran “acto kafkiano” del 2014, tras los tomates rellenos de Narda en Punta del Este. Recuerden que el año pasado vimos a Francisco en París “cocinando” un sánguche de baguette con jamón y queso, y también “ofendiendo comensales” en Montreal (según el director del festival de esa ciudad canadiense); a Maru enseñándonos a pelar y cortar el salamín, y además errándole a la receta de los tacos mexicanos.
Para no ser menos, Pablito, que es un conspicuo discípulo del maestro Francisco, aparece en un video dando cátedra sobre cómo usar el secador de pelos cuál arma mortal en la cocina. El chef que armó los menús gourmet de Mac (???), prepara una bruscheta de salmón “para situaciones extremas”. Agarra, como ven, una foccacia, le pone el salmonete por arriba, con jengibre rallado, cubre con musarela rallada (qué manera de arruinar un salmón con queso) y aparecen entonces los dos secadores de pelos. Derrite la musa y agrega palta, cherries (hasta un niño haría esto sin mayores dificultades, y hasta creo que no cometería el sacrilegio de meterle queso al salmón).
Más adelante, Pablito se autoclava un clavito, cuando dice que la “musarela” es “clave para un momento de mucho hambre”. Es mucha hambre, no seas machista Pablo, porque el hambre es como el agua, viste, es el agua pero es mucha cuanto te bañás.Está bien que digas el arma, y no la arma.
“Como no le alcanza esta atrocidad”, dice nuestro amigo Max Carnage, el video incluye además un postre muy “original”: panqueques de dulce de leche repostero. Y como éste se ve muy duro, saca otra vez ambos secadores y lo ablanda mandándole aire caliente al panqueque en “situación extrema”. Cierro con un comentario de Max, quien nos dio una mano con esta nota: “¡Qué tortura desgrabar esto y encima tener que ver el video!”. Cuánta razón tenés Max.