El sushi ya no es una moda sino una realidad. Y además, la cocina japonesa es mucho más que rolls y sashimi. Estos cinco lugares se adaptan al gusto local, no tan ortodoxo. Cada uno en lo suyo y con diferentes influencias culinarias.
Tô - (Palermo Hollywood)
Tô nació de la inventiva de un personaje exótico (porque nació en Costa de Marfil), aunque tiene nacionalidad libanesa y origen francés. El nombre del restaurante responde a las dos primeras letras del nombre su creador:Tôufic Reda. En el 2013 dejó el país cansado tal vez de luchar contra los molinos de viento, de sufrir los avatares propios de trabajar en la gastronomía argentina con tantos problemas exógenos a la actividad que te quitan ganas. Pero Tôufic dejó su impronta. Conocé más leyendo acá
Paru - (Palermo - Pacheco Golf)
Páru Inkas Sushi & Grill es un lugar excelente para degustar esta nueva versión de cocina peruano japonesa armada por el chef Jann Van Oordt nacido en Perú, de ascendientes holandeses. Presenta valores muy razonables, ya que se puede comer sin excederse con el precio, más tragos y/o vinos. Conocé más leyendo acá
Negu - (Punta Chica - Victoria)
En Negu, el chef Santiago Estévez ofrece un sushi “distinto” en la Zona Norte. El pescado blanco y algunas sorpresas como la anguila ahumada, prevalecen sobre el trilladísimo salmón rosado. Conocé más leyendo acá
Irifune - (Catalinas Norte)
Juan Matsuoka pasó mucho tiempo en el país de sus ancestros estudiando gastronomía, regresó en 1982, trabajó en varios lugares de Buenos Aires y finalmente regresó a Japón donde también hizo su experiencia en San Sui Tei, un restaurante de la ciudad de Ibaraki. Allí incorporó el estilo Kaiseki, que se caracteriza por el refinamiento acompañado por productos frescos de temporada y un cuidado especial por la presentación. Conocé más leyendo acá
M Buenos Aires (San Telmo)
M Buenos Aires no es otra cosa que el restaurante que hoy se afincó en el ex local de Michelangelo, lugar de espectáculos tangueros for export que había dejado de funcionar hace bastante tiempo. Afortunadamente, sus nuevos dueños lo reciclaron, le dieron una fisonomía diferente sin traicionar la historia del lugar, y decidieron orientar el tipo de cocina a uno de los estilos que más se impuso en los últimos años: la fusión peruano japonesa. Conocé más leyendo acá