Negroni es un trago nacido hace más de 90 años en la ciudad toscana de Florencia. Y ahora, también un restó de Palermo Hollywood que apunta a la coctelería y una comida informal para acompañarla.
Tal como los venecianos tienen al Bellini, los florentinos cuentan con un trago que es muy popular entre nosotros. Sin dudas que el Negroni es para paladares fuertes por su contenido alcohólico, como también juega a su favor la facilidad de su preparación. El trago lleva el nombre de quien fuera el primer destinatario de la bebida por el año 1919. Se trataba del conde Camillo Negroni, quien lo bebía asiduamente en el Café Casoni, donde se lo preparaba el barman Fosco Scarselli. Lo que al principio eran partes iguales de bitter y vermú rosso, luego incorporaría la ginebra, para luego cambiar definitivamente por el gin, lo cual le dio mayor prestancia al cóctel. El Negroni se prepara directamente en un vaso ancho y bajo, deben colocarse tres o cuatro cubitos enteros, y luego partes iguales de los tres ingredientes que lo componen.
Negroni es un trago nacido hace más de 90 años en la ciudad toscana de Florencia
El nombre del trago florentino derivó esta vez en un bar bistró, que abrió sus puertas en noviembre pasado en la esquina de El Salvador y Fitz Roy. Con su espíritu de trattoria, abundan las referencias al Campari, el Aperol y otras bebidas italianas. La idea es que los clientes pidan un trago o dos, dentro de una carta armada por la bartender Mona Galossi. Lógicamente que probar un Negroni resulta ineludible, ya sea el clásico como en diversas opciones que se le dan al cliente para que cada uno arme su propia versión.
Las comidas están armadas para acompañar la coctelería. Los antipasti incluyen bruschetas, pinchos del día, patatas bravas, y tabla de quesos y fiambres. También hay ensaladas y panini. Una opción no tan mediterránea pero muy pedida por los clientes son los “burgers” caseros, que pueden pedirse como degustación o bien el Gino’s de carne de ternera, el Camorra de pechito de cerdo, y el Don Corleone, de cordero patagónico. Hay variedades de pizzas, entre ellas la Berlusconi, con queso brie y cebollas caramelizadas. Tienen además algunos platos de cocina (sorrentinos de ricota con tomates secos y almendras; wok de vegetales con lomo y pollo; bife de chorizo con papas cuña y salsa criolla), más alguna opción del día. Para el final, vale la pena probar el tiramisú clásico y el trifle italiano, con bizcochuelo, vino tipo Oporto, crema diplomata, crema chantilly y frutas confitadas. El precio promedio con un trago oscila en los 150 pesos, el servicio de mesa cuesta 12 pesos.