En esta nota te contamos todos los detalles de nuestra manera previsible y conservadora de "entrarle" a las delicias heladas.
Recuerdo alguna vez cuando la cadena de heladerías Persicco quiso innovar y presentó un nuevo gusto: Bellini. Se trataba, ni más ni menos, de una versión helada del famoso trago creado en 1948 por Giuseppe Cipriani, en el Harry’s Bar de Venecia. Se prepara con champagne (o spumante en el caso de Italia) con jugo de pulpa de durazno. Me hice fanático de ese gusto. Eso sí, yo y tres más. La oferta de Bellini en Persicco duró lo que una temporada de frutas de carozo o ni siquiera eso.
Esta introducción sirve para demostrar que los argentinos somos bastante conservadores y clásicos a la hora de tomar helado (y de comer, y de beber, y de todo). Aburridos, agregaría yo. Entiendo que estoy en minoría, pero me gustan sabores poco pedidos por el común de la gente: menta, marrón glacé, sambayón, pomelo, mandarina y pera, entre otros. De los que más salida tienen, el chocolate y no cualquier chocolate, cuanto más amargo mejor.
Los argentinos consumimos en promedio cuatro kilos de helado per cápita. Según Ducco, de la misma empresa propietaria de los helados industriales Ice Cream, el ranking del “top-ten” más consumido tiene a los siguientes sabores: 01) crema americana, 02) chocolate, 03) dulce de leche, 04) frutilla, 05) vainilla, 06) limón, 07) granizado, 08) dulce de leche granizado, 09) banana con dulce de leche, y 10) tramontana. Bastante clásico y tradicional, como se aprecia.
Los tres primeros gustos mencionados representan el 34,5% del total de las ventas, en tanto que el citado “top-ten,” se lleva nada menos que el 74% del total. Entiéndase bien, estos datos son a nivel país, no sólo de Ducco. Otro tema a tener en cuenta es la estacionalidad del negocio, que determina que el 70% de las ventas en todos los canales se registra entre octubre y marzo.
Para la celebración del Bicentenario, la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA), realizó una encuesta que logró determinar que el dulce de leche es el sabor que más representa a los argentinos, ya que tuvo una adhesión del 76,2% de los encuestados. Los otros gustos que le siguieron en la preferencia del consumidor fueron el chocolate (12,8%), limón (4,2%), frutilla (3,8%) y vainilla con el 3%. Curiosamente no figura la crema americana, primera en el ranking de Ducco. Sea como fuere, se nota lo aburridos que somos en materia de helados. La mayoría de los argentinos parece incapaz de probar nuevos gustos, es previsible y conservador, tanto como aquellos que siempre piden la misma marca de vino o que comen cinco veces por semana milanesa con papas fritas.
