Los gallegos se comieron al pulpo PaulMiércoles, 7 de julio de 2010Hombre, que el pulpo es cosa de gallegos y no de teutones cerveceros! En verdad, Paul (el octópodo alemán) había vaticinado la victoria galaica y no falló. No lo hizo en todo el campeonato, pues también anticipó la derrota ante Serbia, y el triunfo con la Argentina. Ahora no ha dudado en decir que España será campeón.
Como somos un país que vive de espaldas al mar, Paul se enojó con nosotros y de no haber mediado la Diosa Fortuna nos habría propinado un gol por cada uno de sus tentáculos. Heinze, Otamendi y Demichelis se habían ocupado, por su parte, de que ésto fuera posible, pero no, la foto en la Casa Rosada y los afiches quedaron para otra vez. Al menos las viandas para los que fueron a Ezeiza a recibir a los derrotados, fueron entregadas en tierras de Granados en tiempo y forma, como para demostrar que los argentinos no somos triunfalistas. Claro, si llevamos cinco mundiales y veinte años sin llegar a las instancias finales, de manera que ya festejamos el pase a cuartos de final casi tanto como los chilenos lo hicieron con su pase de ronda. Al fin y al cabo ellos no son potencia futbolística y Bielsa es la primera vez que supera la primera ronda de un Mundial.
Volvamos al pulpo Paul. Deglutido por los gallegos, y no era precisamente chileno, fue capturado en aguas del Mar del Norte por los barqueros alemanes con un submarino. Lo curioso es que el domingo no habrá Oktoberfest ni chivito uruguayo. En cambio, después de deglutir el pulpo Paul a feira, los galaicos (con mayoría de catalanes) aportaron el queso Manchego y la Estrella de Galicia, mientras que enfrente tendrán queso Edam y Heineken. Como Máxima repetirá que ella es holandesa y no argentina, nosotros hincharemos por España hombre, a full, con toda esa pléyade de futbolistas del Barcelona. ¿Se imaginan a Messi jugando en ese equipo? En lugar de ello, el rosarino no tenía a del Bosque sino al Pelusa, que siempre ve la pelusa en ojo ajeno. Y si se lo prestamos a los gallegos, de manera que los giles se den cuenta de que el problema no es Messi sino quienes lo rodean (empezando por el Gran DT y siguiendo por los Michos y Gabys). Esperamos el domingo y tal vez nos comamos otro pulpo, tan rico como Paul, al que ya digerimos el miércoles pasado. Qué lástima, si estábamos pensando en importarlo para ver si nos hacía ganar el PRODE. Pero estaba tan rico, que el amigo Roberto Gallina les pasa la receta para este domingo. Salú y pesetas, coño.
Como somos un país que vive de espaldas al mar, Paul se enojó con nosotros y de no haber mediado la Diosa Fortuna nos habría propinado un gol por cada uno de sus tentáculos. Heinze, Otamendi y Demichelis se habían ocupado, por su parte, de que ésto fuera posible, pero no, la foto en la Casa Rosada y los afiches quedaron para otra vez. Al menos las viandas para los que fueron a Ezeiza a recibir a los derrotados, fueron entregadas en tierras de Granados en tiempo y forma, como para demostrar que los argentinos no somos triunfalistas. Claro, si llevamos cinco mundiales y veinte años sin llegar a las instancias finales, de manera que ya festejamos el pase a cuartos de final casi tanto como los chilenos lo hicieron con su pase de ronda. Al fin y al cabo ellos no son potencia futbolística y Bielsa es la primera vez que supera la primera ronda de un Mundial.
Volvamos al pulpo Paul. Deglutido por los gallegos, y no era precisamente chileno, fue capturado en aguas del Mar del Norte por los barqueros alemanes con un submarino. Lo curioso es que el domingo no habrá Oktoberfest ni chivito uruguayo. En cambio, después de deglutir el pulpo Paul a feira, los galaicos (con mayoría de catalanes) aportaron el queso Manchego y la Estrella de Galicia, mientras que enfrente tendrán queso Edam y Heineken. Como Máxima repetirá que ella es holandesa y no argentina, nosotros hincharemos por España hombre, a full, con toda esa pléyade de futbolistas del Barcelona. ¿Se imaginan a Messi jugando en ese equipo? En lugar de ello, el rosarino no tenía a del Bosque sino al Pelusa, que siempre ve la pelusa en ojo ajeno. Y si se lo prestamos a los gallegos, de manera que los giles se den cuenta de que el problema no es Messi sino quienes lo rodean (empezando por el Gran DT y siguiendo por los Michos y Gabys). Esperamos el domingo y tal vez nos comamos otro pulpo, tan rico como Paul, al que ya digerimos el miércoles pasado. Qué lástima, si estábamos pensando en importarlo para ver si nos hacía ganar el PRODE. Pero estaba tan rico, que el amigo Roberto Gallina les pasa la receta para este domingo. Salú y pesetas, coño.