El abejorro, un insecto al cual algunos también denominan “moscardón”, es objeto de un mito vinculado a su capacidad de vuelo. Según las leyes de la aerodinámica, éstas son nulas por cuanto no posee el grado de carga necesaria en sus alas. Sin embargo, el abejorro vuela y sin mayores inconvenientes. Metafóricamente, podríamos decir que un chef que decidió cerrar su propio restaurante hace pocos meses (ver el caso de Thymus), que deja su asesoría en otro local (Le Bar), se va por un tiempo a Estados Unidos, vuelve y encuentra otro ámbito donde desarrollar rápidamente su talento culinario, retoma con mayor fuerza el vuelo profesional cual abejorro. Y lo hace en L’Abeille (abeja, en idioma francés). La calle Arroyo es tal vez la más parisina de Buenos Aires. No obstante, el chef en cuestión ideó una carta inspirada en productos y preparaciones orientales (chino, japonés, vietnamita), pero también de onda peruana en los tiraditos y cebiches, con apenas una que otra licencia de la cocina gala que le conocimos siempre. La verdad de la milanesa es que el local, adyacente, quizá en parte afín a lo que fuera la discoteca Mau Mau, convoca a público joven de nivel socioeconómico medio alto a alto, muy a gusto con el refinamiento de la decoración, la música altisonante (más en el subsuelo, donde se ubica la barra de tragos) y una escasa iluminación. Pero de nada serviría todo esto sin la comida, y en este sentido la presencia de Fernando Mayoral es toda una garantía. Llegó a L’Abeille en diciembre convocado por Alejo Waisman, colega y amigo, ambos de la zona sur, donde uno hacía sus primeras armas en Adrogué en el Thymus original y el otro en La Taberna, en Lomas de Zamora. Los Waisman son dueños también de Sotto Voce y Fervor, a la sazón una familia de gastronómicos exitosos. Mayoral había hecho un vuelo corto, de abeja, para armar un menú al que ahora le cambió la cara, pero no el estilo. Así siguen prevalenciendo las preparaciones orientales con toques personalísimos. Estos detalles que nunca han faltado en toda su trayectoria se manifiestan ahora de manera diferente. Dejando de lado su anterior estilo“Michel Bras”, Fernando apela a su no tan lejana experiencia en San Francisco, ciudad donde la cocina oriental y la china en particular, han sentado muchas raíces. La nueva carta incluye tiradito de pescado blanco y leche de tigre con coco, foie gras (60 gramos) sellado con gari shoga, reducción de azúcar y brotes; salmón en costra de naranja y castañas de cajú con salsa de Martini; paleta de cordero en cocción lenta con puré de zanahorias; ravioles chinos con salsa de naranja y soja; molleja asada con salsa de tamarindo, puré de papas y remolachas; pierna de pato Pekín braseada sobre manzanas especiadas; ojo de bife marinado, arroz con coco y chimichurri de mango y ananás. Mejor aún, el menú degustación con bebida (seis pasos, a $ 189). Hay también barra de sushi (un paso detrás de la excelencia de la cocina de Fernando, pero aún así recomendable), tragos, ostras patagónicas, caviar Ossetra de Uruguay, blinis con huevas de salmón y una notable carta de bebidas, hasta Cristal 2002 tienen. Para amantes de lo dulce, hay Tiramisú L’Abeille, y torta tibia de dátiles con helado de café. Yo prefiero ir temprano, comer tranquilo y después dejar el espacio a los más jóvenes, que hacen “explotar” el lugar. Precio, desde $ 120 en adelante.
L’Abeille - Arroyo 872 - Tel.: 4314-2213 - Abierto de lunes a sábados noche. Domingos noche sólo en vísperas de feriado. Principales tarjetas.