Fernando Vidal Buzzi falleció el viernes 11 de octubre, tras sufrir una penosa enfermedad. FDO le rinde homenaje por haber sido uno de los más respetados críticos enogastronómicos.
Fueron años de compartir cuanto evento se realizaba en Buenos Aires. Hemos compartido viajes, donde habitualmente se bebía una copa de Martini para luego encarar los vinos y las comidas con rigor crítico. Ha sido uno de los mejores periodistas especializados en restaurantes, una especialidad que uno, siendo de una generación más abajo, tomó como propia hace ya más de una década y media. Sus comentarios semanales en la Revista Noticias eran leídos con avidez por sus lectores, pero también por los colegas que queríamos saber dónde había estado Fernando en las últimas semanas. Y tuvimos también la suerte de compartir alguna redacción, como la de El Conocedor, en el período posterior a Augusto Foix, donde nos había tocado la suerte de “debutar” como crítico gastronómico.
Habíamos dejado de ver a Fernando Vidal Buzzi en las actividades programadas para los periodistas gastronómicos. Su fallecimiento nos encontró en Punta del Este, donde nos enteramos de la triste noticia.
Vidal Buzzi (así, sin el Fernando, porque sus dos apellidos eran una especie de marca registrada) nos invitó algunas veces a colaborar con su Guía de Restaurantes de Buenos Aires. Lo hicimos y tanta era la confianza en uno, que nos permitía cargar las notas directamente, sin que pasaran por su filtro de editor. Algunas veces también lo entrevistamos en la radio, sobre todo para hablar de aceite de oliva, otro tema que dominaba a la perfección.
Será difícil asimilar su ausencia física en los próximos encuentros de bodegas, restaurantes o cualquier tema vinculado con la gastronomía. Ya hacía tiempo que lo extrañábamos por cuanto su enfermedad lo había alejado de esta verdadera pasión que muchas veces nos juega en contra de nuestra propia salud. No es fácil escribir sobre tres o cuatro restaurantes todas las semanas; menos lo es probar cientos de vinos en lapsos no demasiado prolongados. Pero así es la profesión. Nos apasiona, y en eso nos sentimos muy cerca de Vidal Buzzi, quien siempre nos dispensó un trato de respeto y amistad.
Vaya un saludo muy especial para Maite, su compañera de la etapa final de su vida, quien le devolvió la alegría y las ganas de vivir. Desgraciadamente, estábamos fuera del país en el momento de su deceso. Pero lo queremos despedir de esta manera, con un comentario afectuoso y de profundo respeto por su trayectoria profesional. Fernando, te has ido físicamente, pero te recordaremos siempre. Y seguro que te extrañaremos mucho.