No es un alfajor en el estricto sentido de la palabra, pero se parece. No se sabe por qué se llama así, aunque seguramente no se trata del exdefensor de Boca, Roberto Rogel. Sí sabemos que es una de las tortas preferidas de los argentinos
¿Rógel o Rogél? No lo sabemos, como tampoco su origen certero, más allá de algunas suposiciones. Puede que sea de origen árabe y que aquí se le agregó dulce de leche. Aunque el merengue que lo recubre sea “italiano”. Al fin y al cabo, como toda la culinaria que tenemos a mano, debe tratarse de una fusión entre diversas culturas gastronómicas. Casi todo el mundo lo acentúa en la é, de manera que así le vamos a decir. Buceando en la web, encontramos algunos datos en la página Cosas Nuestras, de Cardón. Allí se cuenta que los responsables pertenecen a una familia de emprendedores, María del Rosario “Charo” y Ricardo Balbiani, que empezaron a vender un alfajor de receta europea en restaurantes de Barrio Norte. Pero ellos mismos reconocen que el Rogel ya existía, lo hacía un matrimonio de Belgrano que lo vendía directamente al público. Se trataba de un alfajor de cuatro capas, hecho torta, con dulce de leche bastante líquido y cubierto con merengue italiano, además de unas pastillas de adorno. Cuando fallece el fabricante original, los Balbiani compraron las máquinas y lo siguen produciendo. Ya presentado no como torta, las empresas santafesinas Gayalí y Merengo comercializan una torta de alfajor santafesino, que es lo más parecido que encontramos al Rogel fuera del Rogel. Días atrás probamos una nueva versión, la de Scarlett Rogel 2.0, con sucursales en Palermo Soho y Caballito (para más datos ver: www.scarlettweb.com.ar). Cuenta con capas de suave hojaldre, intercaladas con dulce de leche repostero, para terminar en la última capa con un baño de Nutella con almendras caramelizadas. Invitamos a los lectores de FDO a que nos cuenten cuál Rogel les gusta más y por qué
