Como todos saben, pipi cucú es una manera de decir que algo está muy bueno, que es de primera calidad. Sería el “chévere” de los españoles. La verdad es que no hay datos concretos, pero dicen que la frase la popularizó Alberto Olmedo, en base a una anécdota protagonizada por Carlos Monzón, en Francia. Tan poco ducho para hablar como hábil y fuerte con los puños, el gran boxeador argentino debió pronunciar un discurso en París, y en lugar de agradecer con un “mercí beaucoup” (mercí bocú), pronunció algo así como un “pipí cucú”. En este caso particular, el juego de palabras fue elegido por un grupo de jóvenes gastronómicos formados con Fernando Trocca (una de sus familiares, Violeta Trocca, es socia del emprendimiento), para identificar a un restó de Colegiales (del lado Este de las vías del Mitre, a dos cuadras de la avenida Cabildo). El local es pequeño y con mobiliario antiguo y vajilla ídem, todo diferente. Y está ubicado junto al pasillo de uno de los antiguos edificios del barrio, muy pintoresco. De hecho, con la temperatura adecuada hay mesas aptas para fumadores y para todos los que deseen comer al aire libre. Adentro observamos las llamativas obras de arte de Héctor Valdez, otros de los socios del emprendimiento. Se avecina cambio de carta, pero hay platos que se mantienen inalterables, como el Camembert tibio sobre pan de frutos secos, la ensalada de mollejas crocantes, con rúcula y tomates secos, bondiola de cerdo braseada con puré de batatas, miel de caña y cayena. Y el postre Pipí Cucú, ya es un clásico. Lo preparan con merengue, frutillas, helado y crema montada. Merece la pena prestar atención a las opciones de la barra, ya que hay tragos muy recomendables. Y el servicio en general, resulta profesional y discreto. Tienen café Nespresso y té José Cristal. Respetando los tres pasos, se puede comer por $ 100 más bebidas. La relación precio-calidad es otro factor de mención.
Pipí Cucú - Ciudad de La Paz 557 - Tel.: 4551-9314. Lunes a sábados de 12 a 1. Efectivo y tarjetas de débito.