Es cierto que muchas veces el servicio deja bastante que desear, sobre todo en restaurantes cool en los que los chicos/chicas que atienden creen que están de paso y piensan que están haciéndote un favor.
Sin embargo, muchas veces somos jodidos con quienes nos dan un servicio excelente y usamos eufemismos para no dejarles el 10 % de rigor que, a mi entender, debería ser la media. El tema es tan jorobado que una serie y una película sobre la mafia lo tratan con mucha dedicación.
En Los Soprano durante una comida le tocaba pagar a Cristhofer Moltisanty pero como le venían haciendo pagar el derecho de piso, se queda sin plata y deja pocos dólares para el mozo. En medio de una discusión cuando se están retirando aparece el mozo, bastante encabronado, y los increpa sobre el servicio porque le dejaron dos mangos. Pobre, no supo medir las consecuencias...
La otra escena célebre está en Perros de la Calle de Tarantino. El video o la anécdota fue descripta en varias notas sobre la propina, así que nosotros también la mencionamos.
No podemos dejar de mostrar este momento con Mr. Pink a la cabeza. (El video contiene algunos términos soeces. No apto para personas de probada moral y buenas costumbres).
En Fondo de Ollay medios asociados armamos una encuesta on-line, que a esta altura del partido es contundente, superando el universo de las 1.300 consultas: la tacañería argentina es evidente y se basa en excusas a la hora de darle unos mangos a los laburantes gastronómicos. Apenas el 23,4 % tiene en claro y no duda en que debe dejar un 10 % por ciento de la cuenta. Casi el 50 % dice que paga la propina dependiendo del servicio. El 13,4 % asegura que el mozo tiene sueldo, como si no supiera que gran parte de lo que ganan viene de las propinas. Me saco el sombrero por ese casi 6 % que deja más del 10.
Si vemos el ejemplo de otros países, tenemos que decir que en el Reino Unido llegan a dejar hasta un 15 % de la cuenta, en Estados Unidos el asunto llega hasta el 20 % (y es obligatorio; podés terminar en cana si no la pagás), mientras que en Francia o Alemania viene incluido en el ticket. En Oceanía el asunto es parecido al nuestro: es a discreción del cliente. En China o Japón, la propina no existe: se pueden llegar a ofender porque es una falta de respeto hacia el servicio. Más cerca: en Brasil viene en la cuenta y en Chile está sugerido en la boleta: de hecho cuando el mozo viene con el Posneta tu mesa, si le das el OK, te lo incluye en la tarjeta. Es hora de reflexionar sobre el tema. Después no nos quejemos si nos atienden como el tujes cuando volvemos a un lugar en el que la primera vez nos atendieron de maravillas. Es cierto que muchas veces nos acobardamos por el precio del cubierto. Pero los mozos no tienen la culpa y no se olvidan de tu cara, sobre todo si sos tacaño.
El sábado 10 de mayo, los chefs anfitriones Matías Aldasoro y Emiliano Gasque, recibirán en Rosell Boher Lodge a su colega Sergio Barroso, del Restaurante Olam de Santiago de Chile. Una oportunidad única para disfrutar de la cocina de uno del los más prestigiosos chefs del vecino país.
La Mar Buenos Aires cumplió su primera década de vida y lo celebró a lo grande, con un menú extraordinario para agasajar a amigos de la casa y la presentación del libro que pasa revista por la historia de este clásico limeño que continúa su carrera exitosa por distintos países del mundo.
El próximo sábado 26 de abril, regresa el ciclo "Vinilos, vinitos y vos" que organiza periódicamente el restaurante Ostende, en Colegiales. En este caso, celebrarán el Día del Hot Dog cono vino y música en vivo, junto a un pop up junto a Buenos Paladaires y Coni Borras.