Ideal para Nerón, el perro de Fondo de Olla, pero también para los que andan pedaleando por las bicesendas de Mauricio (aunque a Colegiales aún no llegaron). Crisol ocupa una esquina estratégica en Ramón Freire y Virrey Avilés. Cumplió dos años de vida el 1º de mayo pasado, y pronto habrá novedades sobre una sucursal en otra zona de la ciudad. La propuesta, exitosa, será la misma. Y se encuadra en un tipo de cocina parecida a la nuestras casas, basada en cosas ricas y sencillas, el muy buen café (y servido como en pocos lugares de la ciudad, casi como en Italia) y una pastelería que es el punto fuerte. Crisol abre diariamente desde temprano y cierra a las ocho de la noche. Otra particularidad es que se trata de un restó bar “pet & bike friendly” (para ponerlo en castellano, podés ir con tu perro, al que no nos gusta decirle mascota porque esto último puede ser un cobayo o un canario, pero nunca el más fiel amigo del hombre, o también en dos ruedas con tracción a sangre. Para eso, están las mesas de la vereda, donde hay un bicicletero ubicado estratégicamente. La decoración, bien informal, tiene a las bicis como elemento protagónico.
Los dueños de Crisol cuentan con valiosos antecedentes en el negocio gastronómico y hotelero, de manera que no sorprende que la hayan pegado con esta oferta que atrapa mucho a las mujeres por su pastelería de primer nivel, pero también a hombres que se encuentran a tomar un café y quizá hablar de mujeres y fútbol; familias sobre todo el domingo para el brunch; en fin un público bastante heterogéneo. En síntesis, no hay excesos y tampoco puntos flojos, lo que resulta todo un mérito.
Con el otoño llegaron novedades. Por ejemplo, una tienda donde se pueden adquirir cosas dulces y otras saladas. Predomina lo primero, es decir chocotorta, muffins, scons, granolas. No así el lemon pie, que sirven en copita. Otro punto fuerte es lacafetería. Crisol propone tres blends propios: “De la ciudad” (ligeramente intenso Brasil / Colombia); “De la casa” (intenso 100% colombiano), y la edición especial Carácter Medio Intenso (100% Colombia).
Los dueños de Crisol cuentan con valiosos antecedentes en el negocio gastronómico y hotelero, de manera que no sorprende que la hayan pegado con esta oferta que atrapa mucho a las mujeres por su pastelería de primer nivel
La carta de temporada incluye novedades como el Club Sandwich CR; ensalada de espinacas con calabaza asada, pollo pocheado y castañas; sándwich de focaccia casera con berenjenas asadas, tomate confitado, queso parmesano y pimientos; ensalada de salmón con remolacha, naranjas, hojas y queso brie. Los sandwichs y wraps salen con papas asadas o ensalada verde. Todos los mediodías hay platos y menú del día + menú para chicos. Y también sopas del día.
Los domingos y feriados, de 11 a 16, sirven el “Brunch Crisolero”, que sale para dos personas, e incluye café CR; botella de jugo de naranja; media porción de tostadas, un croissant, una medialuna, minigranola de frutos rojos y yogurt natural; huevos revueltos; miniensalada de salmón, tostón de pan alemán con tomates confitados y queso Brie; papas asadas con dips y frutos secos (todo por $190 a valor de fines del mes de mayo).
También hay promos: batidos frutales + muffin, o batido frutal + wrap. Además, hay opciones especiales para niños. Y los precios son también “friendly”.
Un restaurante de campo como los hay a montones en Italia. Peumayén, cuyos dueños son descendientes de alemanes del Volga, ofrece una cocina auténtica en la que se entremezclan platos autóctonos y de inmigrantes.