La Tienda de Cervezas Cervelar, agrandó la familia con un local de tres plantas en pleno Caballito. Un lugar para probar las mejores cervezas artesanales y acompañarlas con alguna picada o unas “tapitas”.
Los fanáticos de la birra siguen de parabienes. Es que Cervelar, la “Tienda de Cervezas” agrandó la familia. En este caso en Caballito, con una propuesta similar a la de Microcentro y la de Colegiales. Ni más ni menos que un lugar donde se rinde culto a la buena cerveza y se comen algunas cosas, aunque eso sea lo de menos para el público, mayormente juvenil que tiene para elegir entre más de 120 opciones, la tercera parte importadas. Predominan las opciones “tiradas” y también productos artesanales de diversos lugares del país y hasta de algunos emprendimientos “garaje”, tal el caso de la cordobesa Waffe.
Como bien dijimos al visitar el local de Colegiales El origen de Cervelar lo podemos encontrar en Villa General Belgrano, Valle de Calamuchita, donde los hermanos Pablo y Fernando Macia poseían un restaurante donde claro está, la cerveza era real protagonista. La elección siempre es complicada, dada la cantidad de opciones que uno tiene a su disposición. En una primera visita y salvo que uno sea realmente un experto en la materia, conviene dejar todo en manos de los camareros, conocedores del tema. La noche calurosa en demasía ayudó, así, a que probáramos más cervezas de lo que pensábamos. Por ejemplo, las Kraken (Golden Ale, Red Ale, American Ipa y la Mula Ipa (una Indian Ale Pale, rojiza y con presencia de lúpulo). La casa ofrece también la degustación de seis cervezas tiradas en shots, y promociones varias, ya sea en porrones e inclusive en envases de litro.
Cervelar ofrece unas 120 variedades de cervezas, que incluyen las “tiradas”, artesanales de diversos lugares de nuestro país y alrededor de 40 opciones importadas.
Entre las importadas, encontramos Estrella Galicia, Guinness irlandesa, Dab alemana, La Trappe Dubbel holandesa, Chimay belga, Corona mexicana y muchas etiquetas más. Algunas locales son la Sixtofer (Buenos Aires), Eisenbrucke (Entre Ríos), Barba Roja, Otro Mundo, Antares (Mar del Plata), Cape Horn (Ushuaia), Berlina (Bariloche) y Grosa (Mendoza). Como quedó dicho, la comida resulta aleatoria, a Cervelar la gente va a beber cerveza y picar algo. Algunas opciones son el salame de Colonia Caroya, quesos en aceite de oliva, boquerones, pavita en escabeche, pinchos de bondiola y parmesano, tortilla de papas con chorizo colorado, Camembert tibio a la miel con ensalada de verdes, nachos con Cheddar, papas Cervelar y finalmente las cazuelas “estilo alemán” (salchichas knark, Viena, húngara y blanca, que salen en todos los casos con mostaza al pepinillo). O directamente se pueden pedir las picadas que arma la casa (Cervelar, Frankfurt, Campestre). Y también hamburguesas, sándwiches y tres principales: trucha con dash de cebollines y alcaparras, costillitas de cerdo ahumadas y bondiola de cerdo braseada a la cerveza negra con papas fritas.
Un restaurante de campo como los hay a montones en Italia. Peumayén, cuyos dueños son descendientes de alemanes del Volga, ofrece una cocina auténtica en la que se entremezclan platos autóctonos y de inmigrantes.