Muchos recordarán la película del obeso y provocador cineasta italiano Marco Ferreri. Nos referimos a La Grande Bouffe (La Gran Comilona). Protagonistas de lujo eran Marcello Mastroianni, Ugo Tognazzi, Michel Piccoli y Philippe Noiret. El argumento era así: cuatro amigos, un piloto de avión, un restaurateur, un director de televisión y un juez, se reúnen un fin de semana para llevar a cabo un suicidio gastronómico. Esto es comer sin detenerse, hasta reventar. Los muchachos llevaban varias prostitutas (no es nuestro caso, valga la aclaración) y una profesora gorda, invitada a último momento tampoco está invitada, es grupo de hombres). A la sazón será la única mujer, porque las chicas de mala vida se irán asustadas con la situación. Prometemos también evitar cualquier tipo de escenas escatológicas. Siguiendo los consejos del reverendo Harold Camping, quien dijo haber leído mal la Biblia y que en consecuencia el fin del mundo llegará este viernes, decidimos con los amigos anticipar la Gran Comilona. La cita es en lo de Ezequiel, cuyo apellido mantendremos en secreto absoluto, igual que los protagonistas de esta explosión de comida. Otro amigo aportará todo el foie gras que le queda (y como viene el fin del mundo ya no me interesa más que Moreno no autorice la importación, total él también va a terminar como nosotros y el resto de la Humanidad). Otros amigos se harán cargo de la parte marítima, los de FDO y algunos amigos más de la cuestión etílica. Sacaremos a relucir nuestros incunables, vinos que guardábamos para acontecimientos memorables. Pensar que yo dije que iba a destapar el más querido de todos (botella número 1 del Palo cosecha 2001). Pero Tigre estuvo a un solo gol del campeonato y Boca se llevó el título (luego nos vinimos a enterar, según dijo un árbitro, que todo estaba arreglado de antemano). En fin, perdón por irme por las ramas, pero no puedo dejar de estar nervioso con la bouffe de mañana. Encima será antes de las elecciones, lo cual para mí es un gran consuelo. Gracias reverendo Camping (a éste parece que no le alcanza el diezmo para pagarse un hotel), por traer el fin del mundo antes del fin de semana, entonces. Muchachos, amigos, fue un gusto conocerlos, los cófrades moriremos comiendo, como corresponde. No puedo dejar de agradecer en nombre de FDO a los casi 100 mil visitantes que mes a mes nos siguen con gran entusiasmo. Bien, bebamos hasta emborracharnos, comamos hasta reventar sin pensar en que subiremos unos kilitos, seamos partícipes de los excesos gastronómicos disfrutando hasta el final. Y no hablemos de política por una vez, total tendremos el consuelo de que los políticos van a reventar también. Y señor predicador, espero que esta vez sea cierto: no vaya a ser que ya el sábado tengamos que pensar en ir a votar, ponernos a dieta para bajar los kilos de más y tomar un Gammel Dansk (bebida danesa) para que nos saque la resaca. Y no vaya a ser que al tal Camping le agarre otro ACV por haber errado el vaticinio una vez más.
El predicador norteamericano Harold Camping insiste con el fin del mundo, previsto para este viernes. Como la vez anterior, en FDO ya pensamos en el almuerzo previo al Apocalipsis. Llega la Gran Comilona
