A mediados de 2017, cerraba sus puertas para realizar una completa remodelación el primer hotel 5 estrellas de Sudamérica. Se anunció en aquel momento que el Plaza Hotel, propiedad de la familia Sutton, dueños de del Alvear Palace, Alvear Icon y Alvear Art, reabriría sus puertas en tres años. Sin embargo, llegó la pandemia y la obra, ya de por sí demorada, echó un manto de dudas sobre la vuelta de este clásico de Buenos Aires. Hoy, los trabajos se están llevando a cabo en forma acelerada, pero igualmente la reapertura se prevé recién para el año 2028.
Ya han transcurrido casi ocho años desde el cierre del mítico Plaza Hotel, cuyas obras de remodelación -se dijo en aquel momento- iba a durar unos tres años. No pasó nada en ese lapso, en alguna medida también por la demora del gobierno de CABA en autorizar la obra, así como a los cuestionamientos de los vecinos del vecino edificio Cavanagh. Luego cayó la pandemia y todo se complicaría mucho más.
Al momento del inminente cierre por reformas, tuvimos también la oportunidad de conversar con Andrés Kalwill, director de "Nuevos Desarrollos" del Grupo Sutton, también dueños de los tres hoteles Alvear y Galería Pacífico.
El hombre es de palabra, porque si bien pasó mucha agua debajo de las cloacas de Plaza San Martín, en la actual remodelación están contemplados cinco espacios gastronómicos, entre ellos los míticos Grill y el Bar, a lo que hay que sumar el Patio Francés, más otros dos que desconocemos cuáles serán.
El nuevo Plaza Hotel contará con 200 habitaciones de hotel, 55 residencias particulares que se pondrán a la venta en mayo próximo, 6 espacios para coworking, todo con una inversión que oscilará entre 130 y 150 millones de dólares.
Dicen que tanto el Grill como el Bar, mantendrán su estructura y, por ende, su mística. Se recuerda que la cocina del Plaza era enorme y estaba dotada de equipamiento de primerísima calidad para la época.
Pareciera ser que permanecerán las paredes con los típicos azulejos holandeses de Delft, el grill traído desde Gran Bretaña, los ventiladores paquistaníes, y vaya a saber uno qué pasó con la prensa con la cual se preparaba frente a los comensales el pato "Tour d'Argent", igualito que ese restaurante de París, terminado con una salsa hecha con el mismo fondo de cocción del pato, foir gras, crema, sangre de pato, finas hierbas y vino tipo Oporto.
Dicen las malas lenguas, que parte del mobiliario del Plaza fue a parar al Icon, el hotel de Puerto Madero propiedad del mismo grupo empresario.
Ojalá vuelva entonces la cocina de la Belle Epoque, que hizo famoso al Grill del Plaza. Por ejemplo, entradas como los históricos Huevos Po Parisky, que los creó el chef Beneducci, antecesor de Pedro Muñoz (eso sí, nunca se supo por qué les puso ese nombre). Es una canasta de pan tostado con huevos poché y salsa de pavita, con jamón y champiñones.
También figuraban la sopa de cebolla y manzana gratinada; el vol au vent de frutos de mar; las Mollejas Demidoff, salteadas con zanahorias, apio y echalotes en salsa de carne acompañadas con hojas orgánicas, y la deconstrucción del Paté Plaza.
Por el lado de las carnes, los clásicos que se destacaban eran el Lomo Eduardo VII, presentado en papillote en salsa de champiñones y paté, con jamón grillé y papas noisette, y el Lomo Orloff, gratinado con puré suivisse y salsa demiglace con chauchas y jamón sautée.
Respecto del Bar, uno de nuestros recuerdos más preciados fue la última visita, invitados por Ricardo Santos, exdueño de la Bodega Norton y gran impulsor del Malbec en la Argentina. Allí disfrutamos del cóctel preferido de Don Ricardo, el Old Fashioned.
Todo es nostalgia y, si bien habrá que esperar 11 años y no 3 como se dijo al momento del cierre en 2017, toda espera valdrá la pena para recuperar el hotel nacido de la iniciativa de Ernesto Tornquist en 1909 y que es un símbolo de la ciudad de Buenos Aires.