Gracias por tanto

Los 90 de Palo Domingo

Lunes, 2 de enero de 2023

Perdón por escribir en primera persona del singular, porque no me gusta. Pero esta vez no hay otra opción. En la vida he sido muy afortunado de conocer personas que me honraron con su amistad. Uno siente a veces que hay gente de la que recibimos mucho más de lo que damos. Hugo Echevarrieta de La Brigada, Arnaldo Gometz de Bodega Catena Zapata, Horacio De Dios en el periodismo, y Palo Domingo en el mundo del vino, entre otros.

Este fin de año, más precisamente el 27 de diciembre, estuvimos festejando los 90 del hombre dueño de una gran sabiduría y un instinto que lo hace diferente. Un crack del vino y de la vida.

Quien hizo posible que Cafayate se transformara en nuestra segunda casa. Un lugar donde la gente pasa a tu lado y te saluda. Donde la inseguridad es casi inexistente. Que hace honor a su nombre en lengua originaria: "pueblo de gente buena", o "pueblo que lo tiene todo".

Esto es solo un preámbulo de muchas otras cosas que vamos a escribir sobre Cafayate y su vecino más querido: Palo Domingo.

El hombre que alguna vez en un cumpleaños, pidió que les sirvieran primero a los empleados de su bodega. Quien, al cumplir 90 años la semana pasada, agradeció antes que a nadie a sus trabajadores.

Escucharlo me da tanto placer como me pasaba con Horacio de Dios. Precisamente logré juntarlos a ambos alguna vez y sé que se admiraban mutuamente, luego de conocerse aún más.

Decía Palo en el almuerzo posterior al cumpleaños, que a él o le caés bien o no. Si pasa lo primero (lo que pasó conmigo, afortunadamente) te abre las puertas de su casa y de su corazón. Me adoptó, a mí y a mi familia.

En el momento de su discurso durante el cumpleaños, hubo una parte que me dejó helado. Porque Palo ya había agradecido a los amigos que habían ido desde lejos solo para estar presentes en su fiesta. Como si esto fuera una cosa extraordinaria.

Pero más adelante, dijo: "Agradezco a Fola que vino de Buenos Aires, aunque en el fútbol no nos ponemos de acuerdo porque él es de Tigre y yo de Estudiantes".

Y aún recuerdo el 25 de junio de 2007, cuando Tigre ascendió a la A después 37 años y el primer llamado que recibí provenía de Cafayate.

Llegué por primera vez en diciembre de 2001 (linda época, claro) gracias a Jorge Martínez. Fui el primer periodista que ellos recibían en la bodega. Recién comenzaban a incursionar en los vinos finos, sin abandonar la madre del negocio que son las damajuanas.

En estos 21 años hemos ido muchas veces, hemos compartido reuniones familiares, viajes. Si hasta me regalaron la botella 1 de la cosecha 2001 del vino ícono que lleva el nombre del fundador de la bodega. Que fue abierta recién después de que Tigre le ganara a Boca la final de la Copa de la Superliga, el 2 de junio de 2019.

Yo Juan Carlos, Marina, Lisandro y Marina (hija) agradecemos a los Domingo por recibirnos como si fuéramos parte de la familia.

Palo, amigo querido, que todavía tiene mucho por enseñarnos. Y claro que sí, uno es muy afortunado.