Donde todos comen lo que pueden y no lo que quieren

El reino del revés

Miércoles, 7 de octubre de 2020

El autor de la nota, que es cocinero y escritor, echa algo de raciocinio en un país donde todo está dado vuelta. Y lo hace sin pelos en la lengua, porque seguro que el último libro de Narda Lepes, "201 Tips para no Comer como el or**" se le ocurrió en la Mesa contra el Hambre.

Estamos inmersos en la peor crisis del sector hotelero-gastronómico que hemos vivido en el país, sin duda; negarlo es de necios. Desde aquel (parece una eternidad) 19 de marzo en que comenzó la cuarentena, cada contacto con colegas, cocineros, periodistas o empresarios me dejaba un sabor amargo, dolor por las pérdidas, desazón por la falta de un plan, imágenes de sillas encima de las mesas y puertas cerradas (algunas para siempre).

Confieso que, en ese contexto, varias veces comencé a escribir una nota para seguir mis colaboraciones con FDO, y otras tantas desistí. Sin embargo, la ejemplar lucha de la mayoría para resistir, encontrar alternativas, mantener fuentes de trabajo ilusiona, y permite imaginar con cierto optimismo el porvenir, da fuerzas para seguir al pie del fogón, detrás del mostrador, o delante del teclado. 

Claro que estamos en una sociedad convulsionada, donde la Biblia sigue junto al calefón; en el reino del revés. Decir "el reino del revés", hoy por hoy, ya no nos remite a la conocida canción de María Elena Walch, estrenada en 1963, ¿recuerdan?, la que decía "Me dijeron que en el Reino del Revés/ Nadie baila con los pies/ Que un ladrón es vigilante y otro es juez/ Y que dos y dos son tres", sino a la más cruda realidad, aquí y ahora.

Una realidad que exige compromiso para solucionar problemas evidentes, creatividad para incentivar a quienes producen, apoyo a quienes trabajan. Pero muchos de los que "cortan el bacalao" en todas las áreas, públicas o privadas, prefieren seguir en su burbuja, como si nada pasara, manteniendo los mismos paradigmas.

Pocos entienden que detrás de un espectador, o lector si de gastronomía hablamos, hay un comensal, detrás de un comensal una familia, y en cada familia, problemas de alimentación y salud a resolver, que exigen docencia y foco en la identidad alimentaria, cuestión no menor, la de pertenencia, en una situación de aislamiento y soledad.

Dicho esto, en un escenario como el presente, pregunto: ¿es realmente necesario seguir relacionando la cocina exclusivamente con el show, el circo o la provocación?

Editorial Planeta acaba de publicar un libro de Narda Lepes titulado "201 Tips para NO comer como el or**!!" (¡sin apertura de signos de admiración!). Por si quedan dudas, la ilustración (silueta) de tapa remite visualmente a un ano. Al margen del contenido, según su autora compilación de frases en su Twitter, es realmente de mal gusto (ya que de comida se trata) tanto el título como la ilustración, cuando mucha gente, debido a la profunda crisis económica y el desempleo en aumento, no tiene los $ 1.200 para comprar el libro y, por necesidad, come literalmente como el orto (Lepes dixit). 

Seguramente, como leí en las redes ante críticas bien fundadas a la tapa de la publicación, algunos saltan como fieras diciendo: "a Narda la critican por envidia". Cuando escribí aquí mismo una nota criticando la "Mesa contra el hambre" integrada por mediáticos en un alto porcentaje, como mecanismo para solucionar un problema grave y estructural como es el hambre y la mala nutrición en el país, también se alzaron voces endilgando al cronista intenciones políticas inexistentes. Por suerte, el tiempo aclara las cosas, y la pera cae cuando madura. 

En lo personal, no tengo motivo para envidiar a ningún cocinero mediático; la prensa, en general, siempre me ha tratado bien y ha reconocido mi trabajo. Pero es cuestión de coherencia separar la paja del trigo y no venderse por un eventual minuto de fama.

Hace unos días, me llamaron de la producción de "El gran premio de la cocina", para participar del nuevo casting. Ya lo habían hecho en otra oportunidad, y había rechazado la propuesta. 

Lo mismo hice con ofrecimientos similares de otros programas parecidos. Primero, porque es una estafa participar siendo profesional en un programa en el que, supuestamente, participan aficionados; y segundo, porque uno viene machacando desde hace años en todos los medios posibles, que la cocina debe recuperar su lugar, lejos del circo. De hecho, también publiqué mis opiniones sobre cierto tipo de programas de cocina, y algunos errores que se cometen, en este mismo espacio. 

Y hablando de circo, comenzó "MasterChef Celebrity Argentina", y me pregunto si la fauna mediática que participa siempre de "Bailando por un sueño", el "Cantando..." o similares, como el Polaco, Fede Bal, Iliana Calabró, Vicky Xipolitakis, Sofía Pachano, etcétera, es la más indicada para participar de un programa (supuestamente) de cocina en este momento.

¿A nadie se le ocurre que llevando, como llevamos, 205 días de cuarentena (los que dicen que no hay cuarentena, que les pregunten a los dueños de hoteles, bares y restaurantes, que todavía no regresaron a la actividad plena o cerraron), la comida es un tema crucial para millones de personas? 

Un tema para tratar de manera entretenida, pero con seriedad, esencial para la economía y la salud de la población.

Desde abril he estado dando clases virtuales (debido a la cuarentena) de "Gastronomía e Identidad", dirigido a Adultos Mayores, y puedo confirmar la necesidad de recuperar historias personales, platos entrañables, modos de elaboración que tengan en cuenta el ámbito de una cocina hogareña, la identidad a partir de la comida, en medio de la angustia que ha producido este prolongado aislamiento y la incertidumbre de un futuro que no es todavía claro a nivel planetario.

Pero, la respuesta de los productores televisivos a las necesidades del público, van por un lado a bombardear 24 horas con médicos infectólogos, y simples opinólogos, hablando, enviando mensajes contradictorios, insultando al que opina diferente, sobre el Covid-19; y por el otro, mucho circo con mediáticos e "influencers" de cien mil raleas.

Pena que los muchos y grandes artistas argentinos, que la están pasando mal, no sean tenidos en cuenta. El horizonte está teñido de mediocridad, mientras la gente tiene hambre de contenidos que les aporten conocimiento, belleza, herramientas para afrontar su día a día, y los ayuden a construir una sociedad en la que valga la pena vivir.

Volviendo al reino del revés, es más probable que las grandes editoriales publiquen a Belén Francese, y no que reediten a García Lorca y otros grandes poetas contemporáneos; que los productores contraten a un cómico para conducir un programa de cocina, y no a un cocinero experimentado; que los programas de radio contraten panelistas por la cantidad de seguidores en redes de cada uno de ellos, y no por ser periodistas; que, en fin, los cargos públicos (en cualquier gobierno) los ocupen los parientes o amigos de los funcionarios, y no los idóneos.

Algo hemos hecho mal, si los versos escritos por Discépolo en el año 1934, siguen vigentes: "Vivimos revolcaos/ En un merengue/ Y en el mismo lodo/ Todos manoseaos.../ ¡Hoy resulta que es lo mismo/ Ser derecho que traidor!.../ ¡Ignorante, sabio o chorro/ Pretencioso estafador!/ ¡Todo es igual!/ ¡Nada es mejor!/¡Lo mismo un burro/ Que un gran profesor!"

Más de Gastronomía
La Diversidad Culinaria Argentina en Tierra Restaurante
Gastronomía

La Diversidad Culinaria Argentina en Tierra Restaurante

A partir del mes de mayo se presentará una nueva edición de "Manos en la Tierra", un ciclo de noches temáticas que se desarrollará en Tierra Restaurante, ubicado en Cerrito 180, en el Hotel Grand Brizo Buenos Aires.
Continúan los Pop Ups "Al Mando" en Osadía de Crear
Gastronomía

Continúan los Pop Ups "Al Mando" en Osadía de Crear

"Al Mando", el ciclo que reconoce el trabajo de las mujeres de la gastronomía, continuará con un nuevo encuentro en el que Flavia Amad recibirá a sus colegas Maira Bitar y Christina Sunae.
Menú 2° Aniversario en Sál
Gastronomía

Menú 2° Aniversario en Sál

El próximo sábado 27 de abril, el chef Nicolás Díaz Martini festeja el 2° aniversario de su Restaurante Sál, con un menú de pasos que estará acompañado por Bemberg Estate Wines.