Hamburguesas, panchos y cervezas artesanales, además de música en vivo, son los pilares de La Esquina, en su local de Palermo. Los precios parecen imbatibles.
La Esquina está en una esquina, claro. Pero no es cualquier esquina, porque estamos hablando de una intersección de calles estratégica. En Gorriti y Fitz Roy está Dashi, el más viejo en el barrio. Al lado, el nuevo Schwartz & Berg. Poco a poco, las cuadras adyacentes también se fueron poblando de locales gastronómicos.
Lo primero que hay que decir de la otra esquina, es que la propuesta resulta muy simple: una combinación de hamburguesas, caseras, panchos y cerveza artesanal, a precios difíciles de igualar.
La Esquina es la propuesta de dos amigos que pretendían que sus hamburguesas (hoy Buenos Aires vive un boom de esta comida exótica, llegada de los Estados Unidos), fueran mucho más que un fast food, sino que también atraparan a un público con mayores pretensiones gourmet.
La idea de tener una perfecta cocción en la carne, “para que no se desarme, no se seque y quede jugosa”, es un pilar para los dueños de La Esquina. No es fácil lograr equilibrio en este aspecto, porque sabemos que una hamburguesa poco cocida puede resultar peligrosa y si se pasa, queda seca.
LA ESQUINA OFRECE HAMBURGUESAS Y PANCHOS, CON CERVEZA ARTESANAL A UN PRECIO INCREÍBLE. CUANDO SE QUIERE, SE PUEDE.
Vale decir que en La Esquina tienen una combinación de carnes y especias para cada variedad. Además, el pan se elabora en el mismo local.
Seis variantes de hamburguesas fueron elegidas para conformar la carta, entre las que podemos destacar la Fat Mike (queso cheddar, panceta, Barbacoa “7 colores” y pepinillos), La Esquina (ensalada coleslaw, panceta, queso fontina, cebolla crispy y dressing Big Mike), y la Yucateca (mayonesa de chipotle, pico de gallo, palta, tomate y chiles encurtidos).
Para completar la carta, La Esquina propone res diferentes tipos de hot dogs, con salchichas alemanas y distintas combinaciones de ingredientes que los acompañan.
Todos los combos de hamburguesas vienen con papas fritas (con piel) y bebida, que puede ser gaseosa o cerveza tirada artesanal de “7 colores” en sus variedades IPA, Pale Ale y Scottish Ale.
Se paga sólo en efectivo, pero cuando venga la cuenta te vas a sorprender. Los precios parecen de otro país. Ejemplo: una hamburguesa con papas y cerveza artesanal, a $ 100 (precio de febrero de 2016).
Le Rêve, símbolo de la elegancia y distinción de la cocina francesa en Buenos Aires, inauguró una nueva etapa. El restaurante, con cinco años de historia y emplazado en la esquina de Uriarte y Nicaragua, reabrió justo enfrente, en un espacio más amplio pero fiel a su esencia cálida y parisina.
Tres elementos confluyen para ofrecer una propuesta de brunch diferente y de calidad: la cocina siempre destacada del chef Julián del Pino, un servicio súper eficiente y el espacio que se adecua a las circunstancias. Hay un cuarto factor que hace aún más atractivo al brunch de "Aire Libre": una excelente relación precio calidad.