La Canoa es una excelente opción para descubrir los secretos de la cocina de la selva amazónica peruana, conocida solo parcialmente en nuestro país. Cecina, plátanos y otros productos de la región se lucen en las preparaciones del chef Andrés Píélago Fuentes Rivero. Y además el plus de sus precios accesibles.
La Canoa- Lavalle 3502 y Billinghurst- Teléfono: 2005-3546. Abierto mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Peruana
Barrio: Abasto
Precio: $$$
La Cocina Peruana pasa por su mejor momento en Buenos Aires y es por ello que los propios restaurantes se unen para formar una asociación que permita un crecimiento aún mayor.
Hay diversas expresiones según sea la especialidad: criolla (Tanta), nikkei (Osaka, Paru, Sipan), de mar (La Mar) y por supuesto los huariques, que no son otra cosa que nuestros clásicos bodegones, que en el Perú ofrecen platos ricos, sustanciosos y de precio accesible. Desde hace una año, la cocina de la selva con La Canoa, nos acerca a la Amazonia peruana en un barrio tradicional como el Abasto.
Al frente de la brigada está el chef Andrés Piélago Fuentes Rivero, más conocido como Chevy, de anterior paso por La Mar, así como en Santé Bar, Florería Atlántico y Shout Brasas & Drinks.
Chevy armó un menú basado primordialmente en la selva amazónica del Perú, lo que demanda un esfuerzo adicional por las dificultades que conlleva obtener productos típicos de esa región de su país.
Otros los preparan ellos mismos, como la infaltable cecina, carne curada similar a una panceta que tiene como origen a España pero que también es muy utilizada en la culinaria peruana de la selva donde la preparan con cerdo.
La presencia de la cecina es muy habitual y más en La Canoa, donde Chevy la sirve como relleno de wantanes, bien acompañando plátanos maduros al horno con queso, así como en principales como chaufa o tacacho (plátano verde machacado).
Entradas más clásicas son los anticuchos de corazón, pollo y lomo; papas a la huancaína y empanadas de ají de gallina. También los patacones con salsa nativa.
Chevy nos armó para la mesa de amigos un piqueo "porta avión" con jalea, causa y cebiche. Todo el sabor de la simpleza peruana en un plato de cerámica que representaba el mapa del Perú, hecho a pedido para celebrar el Día de la Independencia.
Chaufa de cecina, como plato principal, resulta una adecuada elección para conocer más en profundidad la cocina de la selva, que no tiene muchos antecedentes aquí, pues de hecho es la que menos conocemos los argentinos.
Para completar la propuesta, hay arroces (de lomo, de pollo, de mariscos y La Canoa); sudados (de pescado y "rompe calzón"); tallarines (verde con papas a la huancaína y apanado de carne; salteado de marisco o de pollo) y mero a lo macho. Y parihuela de cangrejo, chupe de langostinos y mero a lo macho, entre otras opciones.
Para los que no pueden prescindir de los rolls, proponen amazónico, selvático y de chupe.
Suspiro limeño, picarones y torta 5 leches son las alternativas de postre tradicionales, aunque se pueden pedir helados y raspadillas (granitas de frutas).
La barra es otro aditamento a considerar, ya sea con un Chilcano al comienzo o algún trago amazónico como bajativo.
La verdad es que La Canoa es una excelente alternativa por su propuesta que sale de lo estándar que conocemos de la Cocina Peruana en nuestro país, a partir de un chef que conoce el paño y lo desarrolla con eficacia. Los precios colocan a este restaurante en una línea poco frecuente como es la de la franja media.
Por algún motivo, nos acordamos de Amaz, el restaurante limeño de Pedro Miguel Schiaffino, que junto a los productos que descubrimos en el Mercado de Surquillo, fueron nuestras primeras aproximaciones a la cocina de la Amazonia peruana. Pero ahora la tenemos al alcance de la mano y no hay que remar tanto para llevar esta canoa a buen puerto.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.