La comida más consumida en el mundo

Día Mundial de la Pasta

Miércoles, 25 de octubre de 2017

La pasta es universal. Más allá de sus detractores, los seguidores de la dieta paleo, y de los celíacos, que no pueden consumirla en sus formas tradicionales, se trata de uno de los platos más populares en todo el mundo y también entre los argentinos, herederos de la inmigración italiana.

Hace un año y pico, durante una estada en el norte de Italia, más precisamente en Conegliano, durante una cena le preguntamos a Sandro Bottega, uno de los mayores productores de prosecco y grappa, cuál era su comida preferida. Nos respondió casi como señalando que es algo obvio: "soy italiano, por supuesto que la pasta".

En Italia, que tiene como es lógico tiene el mayor consumo de pastas per cápita en el planeta, las variedades más populares son los spaghetti (larga) y penne rigate (corta). Así quedó en evidencia en la Feria de Rimini, (MIA), a partir de una encuesta realizada para conocer la preferencia de los italianos.

A ello hay que sumar la pasta fresca y la rellena, con los ravioli que, a diferencia de lo que aquí ocurre, tienen diversas formas y muchas veces se consumen in brodo, es decir "en caldo", porque se considera que es la mejor manera de conservar y disfrutar de los sabores del relleno. Que la salsa no mate a la pasta.

Aquí, donde la inmigración italiana es la más numerosa, hemos heredado la pasión por la pasta. Aún con defectos, claro está, como no respetar el punto al dente, o agregar queso rallado donde no corresponde, la pasta es pasión.

Resulta aleatorio que exista un Día Mundial de la Pasta, que al fin y cabo es algo reciente (se estableció el 25 de octubre de 1995 en Roma), pero bien vale la pena destacar algunas particularidades del consumidor argentino.

Según el sitio PedidosYa, en una encuesta que realizó entre sus usuarios, los ravioles son los que se llevan la delantera. Son la comida del domingo, casi al mismo nivel que el asado. Y quién podría omitir aquellos ravioles de espinaca y seso de la abuela genovesa. La forma cuadrada, cabe decirlo, es bien argenta ya que en su país de origen tienen otros formatos y siguen siendo ravioles. Siempre entre las rellenas, encontramos los canelones y la lasaña.

Si bien aquí también en la pasta secas somos fanáticos de los spaghetti y los penne rigate, el nombre de los tallarines es una recurrencia a la hora de hablar de la pasta fresca. Y si es fatta in casa, mucho mejor.

En la Argentina, comemos entre 9 y 10 kilos al año, por persona. Es mucho, pero estamos muy lejos de los 25 kilos de los italianos. De acuerdo a datos de la Unión de Fideeros de la República Argentina (UIFRA), correspondientes al año 2016, aunque cueste creerlo segundo está Túnez, con 16; tercero Venezuela con 12 (habrá que considerar en este caso que por la crisis este nivel de consumo puede haber bajado notoriamente), cuarto Grecia con 11 y quinto Suiza, peleando palmo a palmo con la Argentina el quinto lugar en el ranking.

A la pasta no hay con qué darle. La mala prensa, que tiende a endilgarle todos los males para nuestra salud, es una mentira con patas muy cortas. Feliz Día de la Pasta, aunque no nos gusten los "días de" nada.

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