Como "picada", entrada o plato principal, una de las comidas más populares de la Argentina, nunca desentona. Enterate de algunos de los lugares más destacados para disfrutarlas en Buenos Aires.
Comer un asado, deleitarse con un suculento locro o saborear una buena pizza casera son uno de los tantos placeres que llevan su tiempo de elaboración. Y que además no nos molesta para nada, ya que al que le gusta adueñarse de la parrilla, cocinar un locro o elaborar una pizza desde el minuto cero experimenta una sensación similar a la de contemplar un paisaje. Pero claro, siempre existen tiempos muertos que hay que rellenar. A veces con una picada o si la mano viene bien nos “matamos” con alguna que otra empanada. A lo que me refiero es a una previa de un gran costillar, de antesala a un guiso criollo o mientras se va consolidando el proyecto de la pizza. Por supuesto que empanadas, como plato principal, regadas con un buen vino tinto es un placer único e inigualable. Sobre todo si es en Salta o Mendoza. Y que está a la altura o inclusive supera grandes platos. Por eso es una comida polifuncional. Cada uno la disfruta como, cuando y donde le dé la gana. Dice la historia que las empanadas nacen en Persia, varios siglos antes de Cristo con el sambusak, una preparación realizada con una hoja de masa de pan, rellena con diversas preparaciones.
Y que tiempo más tarde emigró hacia el pueblo árabe, donde se utilizaba esta masa para rellenar con carne de cordero y trigo burgol, comenzando a tomar la forma de nuestra tradicional empanada. Luego con su invasión los españoles, tras heredarla de los árabes, fueron los que trajeron este manjar a América. Narra la leyenda que solían preparar un bollo de masa con harina de trigo, yemas de huevos, aceite y enriquecían con un relleno de carne finamente molida y cocida con aceite y abundantes especias. En particular comino. Decía John Lennon que “la vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes”, bueno, yo digo que la empanada es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otras comidas.
Lugares destacados para comer empanadas en Buenos Aires (Click en las direcciones para desplegar los mapas)
La Retirada: “La gran empanada”, como la llaman los dueños de esta parrilla gourmet y algo más, da parados personas como entrada o entera, como plato principal. La elaboran en el horno de barro y se puede optar por la criolla o la de cordero. El Salvador 4945, Palermo, 4833-9376.
El Almacén de los milagros: María Milagros Padilla, una de las propietarias, es tucumana y por eso las hace traer especialmente de su provincia natal para servirlas en el restaurante. Las hacen con carne cortada a cuchillo, huevo y aceitunas, cocidas al horno, y salen bien jugosas. Quintana 210, Recoleta, 4814-0533
El Sanjuanino: Un clásico de la cocina autóctona que, con más de 42 años, se mantiene vigente. Tal fue el éxito de su primer local, ubicado en la calle Sánchez de Bustamante, que ya hace largo tiempo abrió dos sucursales más, en Recoleta y Caballito. Su especialidad son las empanadas al horno, entre las cuales la gran sanjuanina, de carne picante, es la más emblemática. Sánchez de Bustamante 1788, Barrio Norte, 4822-8080; Posadas 1515, Recoleta, 4804-2909 y Pedro Goyena 700 esquina Calasanz, Caballito, 4924 0888.
Ña Serapia: Este pequeño espacio alberga tan solo diez mesas y se destacan las empanadas criollas y salteñas, horneadas y de masa casera. Las Heras 3357, Palermo, 4801-5307.