No, no está mal el título. No es una locura. La infusión más admirada por los argentinos también lo es en este país que hoy se desgarra en una violenta guerra civil.
Si le preguntaras a cualquier argentino cuál es el primer destino de las exportaciones de yerba mate, muy pocos sabrían que el 70 % se lo lleva Siria. Todo comenzó con una de las tantas crisis que tuvimos en este lado del mundo, los inmigrantes volvieron a su país de origen llevando parte de la cultura gaucha en la que no puede faltar el mate. Al principio fue moda entre las clases altas y luego pasó a ser una bebida popular.
En el diario La Nación, el periodista mexicano Témoris Grecko, relata desde Aleppo esta curiosa historia de guerra. El mate es todo un símbolo entre las filas de los rebeldes que intentan derrocar a Al-Assad desde hace 2 años.
"Cuando conquistamos posiciones del ejército, además de armas y equipo, capturamos las provisiones de yerba de la oficialidad alauita", cuenta Mahmoud, un combatiente de 25 años que integra las filas del Ejército Libre Sirio (ELS).
A diferencia de la forma vérnacula de tomar mate, utilizan un vaso de vidrio pequeño como recipiente. La bombilla es más pequeña y no tiene nuestro estilo "promiscuo": cada persona tiene su propio vaso.
