Presencias de reconocidos chefs, clases de lo más variadas, alumnos de distintas partes de Latinoamérica y un homenaje al Gato Dumas, fueron algunas de las novedades registradas en este evento gastronómico del Conurbano Bonaerense.
Un evento de esta magnitud en el Conurbano no deja de asombrar, más que nada por el hecho de que jamás me hubiera imaginado que en el Partido de Malvinas Argentinas (lugar en el cual vivo desde que nací cuando todavía se lo conocía como General Sarmiento), podía ser la sede de un encuentro gastronómico.
El lugar elegido fue el predio del Club de Rugby Los Cedros, sobre la Ruta 202. Un hecho loable es que no encontramos a ningún cocinero estrella, de los que tanto pululan en las pantallas televisivas o que van a los eventos sociales con aires de rock stars. Acá la cosa fue muy distinta, alta cocina de la vieja guardia, maestros de una época que a pesar de la vanguardia siguen resistiendo con sus ideales de la cocina más clásica. Ingrid Cuk, Juan Chumba, Vicente Campana, Claudio Solitario, David Veltri (artista de tallado thai y Mukimono, entre otras cosas), Ramiro Rodríguez Pardo (quien junto a su colega Martín Carrera recibieron una distinción por su trayectoria y aportes a la gastronomía autóctona), Alvaro Arismendi (un tucumano muy simpático que dio una clase magistral sobre la clásica humita norteña, un plato ejecutado perfectamente por este representante del NOA); Alessandro Di Rienzo (Brasil), Broertje Marshall (Caribe), entre otros cocineros, fueron los encargados de llevar adelante las conferencias y clases que se dictaron.
Hasta ahora el Conurbano Bonaerense no había tenido este tipo de actividad. Bienvenido sea que la gastronomía se acerque a todo tipo de público.
Sí bien la lluvia no ayudó, hubo una buena respuesta por parte del público que se acercó curioso para conocer las propuestas de los diferentes expositores. Aunque los stands estaban más apuntados a empresas relacionadas con la gastronomía (insumos, materias primas, libros) hubo algunos escasos puestos que ofrecían comidas, de los cuales queremos destacar el trabajo de la gente de “Pan Comido” que ofrecían unos deliciosos y cuidados sanguches, con productos de muy buena calidad y panes artesanales. Para finalizar el primer día entre clases, degustaciones y brindis, hubo un pequeño gran homenaje al cocinero argentino Carlos “Gato” Dumas, que incluyó un video de homenaje y la presentación de una escultura del chef tallada en madera por David Veltri, organizador del evento, con la presencia de Mariana Dumas, su esposa y Olivia, la hija del Gato. Un final que hizo brotar lágrimas de sus colegas más cercanos que, a su vez, festejaban el hecho de poder ser parte de ese momento.
