Cuando se opina sin saber

La modificación del Régimen Federal de Pesca

Jueves, 4 de enero de 2024

Se han escrito distintos editoriales respecto del proyecto de modificación del Régimen Federal de Pesca (Ley 24922) enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional. Tratando de salvar de la desinformación y el clipping de noticias ajeno, resulta un tema muy importante de abordar.

Los puntos controvertidos son básicamente:

1 La eliminación de la obligatoriedad de contratar personal de nacionalidad argentina.

2 La nueva forma de competir en los cupos de captura.

3 Modificatoria en la obligatoriedad de descarga en los puertos argentinos.

Respecto de la obligatoriedad de contratar personal argentino, cabría preguntarle a un empresario de la construcción o a un gastronómico qué opina si no pudiera contratar extranjeros. Seguramente, estará a favor de contratar libremente. Por otro lado, desde hace varios años (no desde ahora), ya hay personas y empresas de origen chino en cada una de las etapas de la comercialización del pescado.

En cuanto a la forma de acceder a los cupos de pesca, según la ley vigente se tiene en consideración el historial de capturas de los últimos 10 años de una empresa, su capacidad de inversión y el empleo generado de manera efectiva. La modificación que se propone es quequedaría sujeto únicamente a una licitación pública entre empresas.

No se modifica el artículo 24 de la ley vigente, que establece que "la explotación de los recursos vivos marinos en los espacios marítimos bajo jurisdicción argentina, sólo podrá ser realizada por personas físicas domiciliadas en el país, o jurídicas de derecho privado que estén constituidas y funcionen de acuerdo con las leyes nacionales. Los buques empleados en la actividad pesquera deberán estar inscriptos en la matrícula nacional y enarbolar el pabellón nacional". En este sentido vemos muchos periodistas opinando que esto se propone cambiar, lo que no es así.

Entramos entonces al tema, muy controversial, de la modificación referida a la obligación de descargar toda la pesca en puertos de nuestro país: esto fue establecido con el fundamento de generar empleo directa e indirectamente en el suelo argentino.

Los mecanismos de gestión que los gobiernos de los diversos países diseñaron para regular la actividad pesquera de modo de lograr una pesca sostenible y rentable, son muy diversos:

- Impuestos sobre las capturas;

- Desde compras públicas de embarcaciones a privatización total de la actividad;

- Formación de cooperativas de pescadores;

- Cierre de la actividad en cuanto se alcanza un máximo permisible;

- Implementación de licencias y cuotas individuales que, en conjunto, permitan extraer no más que un total de captura permisible. Ésta última es la más usual y la que se estableció en nuestro país.

Todos estos mecanismos tienen dos características en común:

1) Reducir el exceso de capacidad de la pesca, intentando evitar cualquier presión sobre el recurso

2) la existencia de un gobierno central con jurisdicción y que está preparado para ejercer control y poder de policía sobre el recurso pesquero. Sin esta jurisdicción y control, los métodos para prevenir la sobrepesca son limitados.

No tengo elementos para afirmar que haya una prefectura desmantelada, pero sí puedo decir que cuando un barco de pesca costera tiene una emergencia, espera la ayuda de otros barcos pesqueros antes que la de las autoridades.

Mucha gente vio los videos con barcos pescando en "la milla 200" pero nadie opina sobre el aprovisionamiento que varios de esos barcos hacen en el Uruguay.

Cada año, una concurrida flota pesca en América del Sur repitiendo un recorrido que va desde el Atlántico Sur Argentino hasta las islas Galápagos, pasando por Chile y el Perú. En esta región, el principal puerto que ocupa la flota china es el de Montevideo, también usado por embarcaciones panameñas, coreanas y de otras nacionalidades.

Es que el problema de fondo es la pesca ilegal no declarada o no reglamentada (INDNR), que se hace presente cuando hay regímenes de gestión débiles, que no tienen la capacidad ni los recursos para llevar a cabo un seguimiento, control y vigilancia efectivo.

Esta práctica existe en todos los tipos y tamaños de pesca, en todas las etapas de captura e industrialización del pescado, provocando muchas veces el colapso de la pesca local.