El programa Bake Off, cuyo final se conocerá en pocas horas más (aunque el reality se grabó el año pasado y existe compromiso de confidencialidad), llega a su final en el medio de un escándalo. Es que una de las finalistas, Samanta Casais, ocultó que había trabajado profesionalmente y ello la inhabilitaba para participar. Encima podría haber sido la ganadora.
A veces hay cosas que no se entienden. Como que este mediocre programa de Telefé, que no es otra cosa que una mala copia del reality de origen británico, logre más de 13 puntos de rating y algo así como 100 mil tweets en la última emisión (la semifinal). Quizá sea que como estamos confinados en cuarentena, ya no tenemos nada para ver en la televisión, y las películas y series de Netflix ya nos agobian. Además, no tenemos fútbol. Todo mal.
Bien, lo cierto es que la segunda edición de este programa que emite el canal de la pelotitas, se grabó el año pasado y recién comenzó a emitirse este año. Por tanto, uno puede observar que no hay ningún tipo de restricción por la pandemia, como ocurriría si fuera emitido en vivo y en directo.
"En marzo de este año se dio el puntapié inicial a la nueva temporada, con la participación de Paula Chaves (@PaulitaChaves) como conductora, y un jurado estelar conformado por Pamela Villar, Damián Betular (@DamianBetular) y Christophe Krywonis (@MundoChristophe)", dice la comunicación oficial recibida en nuestra redacción.
Dejemos a Paulita que es una figura decorativa y hoy está alejada en su casa protegiendo su tercer embarazo. Y pongamos la vista en los jurados.
Betular es un caso de estudio, ya que tras ser el chef patissiere del Hotel Hyatt hasta el año último, ante la ida de Antonio Soriano a Canadá, pasó a ser el primer pastelero en acceder a chef ejecutivo de un hotel de cinco estrellas de lujo. Lo extraño es que esto ocurre porque injustamente la pastelería es considerada el patito feo de la cocina.
Pamela Villar, por su parte, es una muy buena profesional también asociada a lo "dulce", y viene de una larga participación en el Canal El Gourmet. Nada que objetar.
Pero uno se pregunta: ¿qué hace el francés ahí metido entre los dos pasteleros? Cosas propias de la Argentina generosa. Un chef que en su país sería uno más del montón aquí es figura de la tele, llega a ser cara en la puerta de los bancos y se hace popular aun cuando en su verdadero métier específico nunca le ha ido demasiado bien.
Claro que todo esto pasa a ser anecdótico. Lo que trascendió a esta altura en que se avecina la gran final, es que una de las participantes que ha llegado a esa instancia, no cumpliría con los reglamentos del reality.
En efecto, se trata de Samanta Casais, que quedó al descubierto un año después de la grabación del programa. Para colmo de males, el mismo Lele Cristóbal reconoció que ella trabajó hace bastante tiempo en Café San Juan. No solo eso, hay una captura de pantalla en la que se la ve en el año 2018, preparando una torta Rogel en el Canal C5N.
Ahora la producción del programa está en un verdadero intríngulis, ya que como el programa está grabado, es cosa juzgada. Encima, algunos están sobreentendiendo que Samanta fue la ganadora, algo no confirmado aún, ya que se exhibió en las redes mostrando las reformas hechas en su cocina, que bien podrían haber sido pagadas con el premio de 600 mil pesos otorgado al ganador. ¿Será así? Se agudizaría el escándalo en ese caso.
Encima, a la pobre Samanta le apareció otra roncha, porque en 2017 fue acusada de homicidio culposo por atropellar con su auto (ella dice que fue al revés) a un hombre de 74 años que falleció cuatro meses después. Eso de todas maneras forma parte de la vida privada y no de lo profesional, que es lo que motiva el escándalo de marras.
La incógnita se develará en pocas horas más. Si realmente ganó Samanta, ¿la obligarán a devolver el dinero del premio y le otorgarán el premio al segundo? Y si no es así, ¿el supuesto subcampeón iniciará juicio contra la productora?
Sea como fuere es un gran escándalo. Bake Off, que significa "hornear" en inglés, está hoy en el ojo de la tormenta. Y como se dice vulgarmente, sus integrantes están "en el horno". Falta poco para saber si saldrán chamuscados de esta auténtica pesadilla en la cocina.
El próximo lunes 29 de abril, desde las 20:00, Ostende será sede de "Toca toca, la suerte es loca", una original propuesta junto a Luchilottis, la casa de pastas artesanales.
A partir del mes de mayo se presentará una nueva edición de "Manos en la Tierra", un ciclo de noches temáticas que se desarrollará en Tierra Restaurante, ubicado en Cerrito 180, en el Hotel Grand Brizo Buenos Aires.
"Al Mando", el ciclo que reconoce el trabajo de las mujeres de la gastronomía, continuará con un nuevo encuentro en el que Flavia Amad recibirá a sus colegas Maira Bitar y Christina Sunae.
