28 años de La Brigada a puertas cerradasViernes, 27 de marzo de 2020No será otra noche de festejo, como cada 27 de marzo. Desde hace varios años, la cena se agenda con mucha anticipación. Hoy no se podrá por una circunstancia anormal. Desde la intimidad de nuestro hogar, levantaremos la copa para brindar por La Brigada.
Hace ya 28 años menos un día, entrábamos por primera vez a La Brigada: era el 28 de marzo de 1992. Mi amigo Fabián me decía aquella mañana que en la otra cuadra cruzando Bolívar habían abierto una parrilla. Y hacia allá fuimos para convertirnos en uno de los primeros clientes.
Como siempre cuenta Hugo, el día de la apertura no entró un solo comensal. La "cava" de vinos, que hoy atesora miles y miles de botellas, era entonces una pobre mesita con muy pocas etiquetas.
Pasó el tiempo y uno fue haciéndose habitué. La presencia continua nos transformó en amigos de la casa. Hugo nos regaló su amistad y nos bancó en los momentos más difíciles por una dolorosa situación familiar que logramos superar felizmente gracias a los que nos ayudaron.
Además nos honró con una de las cavas individuales reservadas a los clientes y amigos más cercanos. Todos sabemos en ese círculo privilegiado, que el 27 de marzo por la noche no hace falta invitación. La cita de honor es en el histórico sector en el que nació la parrilla humildemente, hasta transformarse en lo que es hoy, un referente superlativo de la gastronomía porteña.
Por razones obvias en este 2020 no habrá festejo. Ni lo iba a haber tampoco, por un motivo que los amigos de la familia Echevarrieta conocemos y lamentamos profundamente.
Pero de todos modos, ver las puertas de La Brigada cerradas causa mucho dolor, sobre todo por el motivo que provoca esa situación y que nos afecta a todos, a la sociedad entera.
Hugo sabrá sobreponerse al difícil momento como lo hizo siempre. Es un luchador que de la nada, de su humilde origen en Godoy Cruz, se ha ganado todo lo que tiene.
Entre ello, más allá de lo pecuniario, está la amistad de muchos que lo queremos. Será una noche triste, pero igual levantaremos la copa en la intimidad de nuestro hogar. Salud Hugo, salud La Brigada, salud Verónica y salud Chino. Hemos estado cerca de ustedes estos últimos 28 años y queremos seguir estándolo. Seguramente que así será.
No será otra noche de festejo, como cada 27 de marzo. Desde hace varios años, la cena se agenda con mucha anticipación. Hoy no se podrá por una circunstancia anormal. Desde la intimidad de nuestro hogar, levantaremos la copa para brindar por La Brigada.
Hace ya 28 años menos un día, entrábamos por primera vez a La Brigada: era el 28 de marzo de 1992. Mi amigo Fabián me decía aquella mañana que en la otra cuadra cruzando Bolívar habían abierto una parrilla. Y hacia allá fuimos para convertirnos en uno de los primeros clientes.
Como siempre cuenta Hugo, el día de la apertura no entró un solo comensal. La "cava" de vinos, que hoy atesora miles y miles de botellas, era entonces una pobre mesita con muy pocas etiquetas.
Pasó el tiempo y uno fue haciéndose habitué. La presencia continua nos transformó en amigos de la casa. Hugo nos regaló su amistad y nos bancó en los momentos más difíciles por una dolorosa situación familiar que logramos superar felizmente gracias a los que nos ayudaron.
Además nos honró con una de las cavas individuales reservadas a los clientes y amigos más cercanos. Todos sabemos en ese círculo privilegiado, que el 27 de marzo por la noche no hace falta invitación. La cita de honor es en el histórico sector en el que nació la parrilla humildemente, hasta transformarse en lo que es hoy, un referente superlativo de la gastronomía porteña.
Por razones obvias en este 2020 no habrá festejo. Ni lo iba a haber tampoco, por un motivo que los amigos de la familia Echevarrieta conocemos y lamentamos profundamente.
Pero de todos modos, ver las puertas de La Brigada cerradas causa mucho dolor, sobre todo por el motivo que provoca esa situación y que nos afecta a todos, a la sociedad entera.
Hugo sabrá sobreponerse al difícil momento como lo hizo siempre. Es un luchador que de la nada, de su humilde origen en Godoy Cruz, se ha ganado todo lo que tiene.
Entre ello, más allá de lo pecuniario, está la amistad de muchos que lo queremos. Será una noche triste, pero igual levantaremos la copa en la intimidad de nuestro hogar. Salud Hugo, salud La Brigada, salud Verónica y salud Chino. Hemos estado cerca de ustedes estos últimos 28 años y queremos seguir estándolo. Seguramente que así será.