Se veía venir. Las cosas cambiaron con el nuevo chairman que vino de Chile. Ya no hay 16 restaurantes argentinos en la lista, sino la mitad. Y salvo Don Julio, los demás fueron todos para atrás. Eso sí, la Corpo local sigue manteniendo algo de poder y mantuvo casi al borde del abismo a Narda Comedor.
Nos importa tan poco que no pensábamos escribir sobre los 50 Best Restaurants LATAM, cuya premiación se realizó anoche en la Usina del Arte. Pero los lectores mandan y como somos la única voz crítica de esta lista fraudulenta, nos tomaremos el trabajo de dar nuestra opinión.
Por un lado, las incongruencias estuvieron a la orden del día, no solo aquí, sino también en Chile, donde el sobreestimado Boragó sigue siendo el más encumbrado del país del nuevo chairmande la región. Y 040, a nuestro juicio con mayor nivel que el restaurante de Rodolfo Guzmán, corre de atrás.
Entró también De Patio, merecido pero también muy atrasado en el puesto que le tocó. Ciro Watanabe, el hacedor de Osaka Santiago, también debería estar mucho más arriba. De no ser porque no suelen poner a mismos restaurantes de diferentes lugares, Osaka Buenos Aires merecería incluirse.
Ocurre que a veces se le da prioridad a la investigación que al sabor; ergo un lugar como Boragó llama la atención aunque luego tanta expectativa se diluye en el plato. Particularmente no nos gusta comer solo con la vista. Es comida no un cuadro una escultura.
Lo del Perú es básicamente incomprensible, de solo pensar que Osso, un restaurante excéntrico donde se come solo con las manos y la carne está sobremadurada al borde de la putrefacción, ya escaló hasta el puesto número 9, aún encima de Astrid & Gastón, que quedó décimo tercero. Ridículo. Tanto como para que Maras, para nosotros un top ten en Lima, siga sin aparición en la lista.
Hace unos cinco años, cuando visitamos Osso era aún apenas una carnicería con una mesa comunitaria en el fondo. Nos dijo Renzo Garibaldi aquella vez que ya estaba trabajando para entrar en la lista. Se ve que hizo bien los deberes. Corolario: comimos más mal que bien y gastamos 160 dólares por cabeza.
Por otra parte, le va muy bien a Virgilio Martínez, aunque no tanto como para superar al gran Micha, chef propietario de Maido. El dueño de Central, otro obsesivo en materia de investigación, no solo figuró segundo en la lista igual que el año pasado, sino que ahora también le hace compañía a su esposa, Pía León, que está 21º con su nuevo restaurante Kjolle, e hizo doblete con Mil, ubicado en el Valle Sagrado (Cusco).
Pero lógicamente que los argentinos damos siempre la nota. Nos gustaría saber quiénes son los que votan y qué votan. Todo es puro misterio. Lomismo que la cifra que pagó el GCBA para ser sede del circo. Serían unos 300 mil dólares y el año que viene nada, se van con el corso a otro lado gracias a la última devaluación.
Gran show montado en La Usina del Arte, con varios de nuestros colegas pavoneándose en las selfies con los chefs de turno. Muchas invitados, hasta algunos cocineros que no estaban entre los seleccionados. Y una curiosidad: no invitaron a La Cabrera, pese a que en su momento eran abonados asiduos al ranking.
Ya con un chairman nuevo, chileno para más datos, no había que esperar demasiado. De los 16 restaurantes que aparecieron en la primera edición, hoy solo queda la mitad. Y el único que elevó su posición fue Don Julio, de sexto a cuarto.
Los demás para atrás. Lo peor: salió Aramburu, uno de los grandes restaurantes argentinos. En el podio seguro. Lo bocharon a Proper, que nunca entendimos por qué lo pusieron alguna vez en esa lista.
Aunque si hay que hablar de derrotados, el primero en la caída es Tegui, que sigue barranca abajo. Del puesto 11 lo bajaron al 25 y quedó tercero entre los argentinos. Se ve que perdió a su as de espadas. Luego, Chila del 19 al 29 (debería estar entre los cinco mejores del continente); Elena del 32 al 45; El Baqueano del 36 al 39; Gran Dabbang del 38 al 46; y finalmente Narda Comedor con su regalito de Navidad bis, del 46 al 50.
Otra cuestión indefendible: el mejor restaurante del Uruguay es un parador de playa, La Huella. ¿Sabrán que existe La Bourgogne?
Conste que no pusimos a Julia en el seleccionado porque abrió hace poco y no se lo podía votar.
Decían que venían cambios y nuevos aires. Desgraciadamente, del otro lado de la cordillera nos mandaron el viento Zonda para que nos sofocáramos. Avisaron que habían sacado a algunos jurados locales. La realidad indica que nada cambió: tanto tenés, tanto valés. Más allá de que hay algunos restaurantes con méritos indudables: Don Julio, Chila, Elena. Pero para estar en los 50 Best, salvo que seas Messi, tenés que rosquear e invertir tiempo, dinero y favores personales.
Solo por eso, uno podrá entender cómo una parrilla como La Brigada no aparece. "Me dedico a laburar y no tengo tiempo para otra cosa", nos dijo esta mañana Hugo. Y tampoco le agrada recibir a gente que pretende que los inviten a comer a cambio de un voto. Hoy varios cocineros peruanos fueron para el lado de San Telmo a probar carne argentina e "interiores". ¿Clarito, no?
El chocolatier Rodrigo Bauni seleccionó a la cepa emblema de la Argentina, para crear un bombón 100% artesanal relleno con ganache de chocolate y Malbec.
¿Quién no ha parado alguna vez en la Ruta 2, a la altura del Km 113.5 de Chascomús, tan solo para comprar o degustar in situ, sus famosas medialunas? Pues bien, la marca ya tiene varias sucursales y la última de ellas acaba de abrirse en la esquina de la Avenida Córdoba y San Martín.
Foto: Prensa 50 Best Restaurants LATAM.
