El Mundial no solo se juega en la cancha

Moscú y San Petersburgo cuando no hay partido

Jueves, 24 de mayo de 2018

El Mundial dura exactamente un mes y un día, al menos para los dos equipos afortunados que lleguen a la final. ¿Pero qué se puede hacer cuando no vas a la cancha? Julián de Dios viajó a Moscú y Leningrado cuando la temperatura era menor a 25º bajo cero, y nos armó un recorrido para aprovechar el viaje cuando juega Messi.

La experiencia personal nos remite a un lejano viaje a la ex URSS, en tiempos de la Perestroika, en el verano de 1988. En esos tiempos, se gestionaba una visa y te la daban en un papel aparte para que el pasaporte no quedara "manchado" con un sello "comunista" que luego te complica el ingreso a los Estados Unidos, por ejemplo.

Llegabas al aeropuerto, y el militar que controlaba tu pasaporte posaba su vista en el documento y en tu cara sospechosa durante al menos cinco minutos.

En la calle te querían comprar los jeans, hablándote en italiano (es que los argentinos parecemos italianos hablando en español, al menos para ellos). Todo estaba controlado, si hasta había en cada pasillo de hotel un escritorio con una mamushka (algo así como una abuela con cara de mala y que te miraba con cara de pocos amigos). Y anotaban todo.

No había restaurantes, sino en los principales hoteles. Y para que te parara un taxi, tenías que mostrar un billete de cinco dólares.

Luego sobrevino la caída del régimen y el cambio que solo produjo "cambios" en los dueños del poder, la apertura símil capitalista y la occidentalización de las ciudades que hasta entonces eran grises y descuidadas. Pero para la gente común muy poco cambió, salvo que antes tenían un politburó y ahora un político que maneja todo a destajo.

La Rusia de 2018 es diferente, claro. Y lo va a ser más para quienes tengan la fortuna de viajar al Mundial. Se dice que Putin puso mucha plata en sobornos para conseguir la sede. ¿Pero a quién le importa realmente? A nadie, seguramente.

La Rusia que verán los hinchas (y los no hinchas que solo gritan goles cada cuatro años) no es la misma que recorrió Julián de Dios, caminando durante casi un mes las calles gélidas de Moscú y San Petersburgo. Y luego "internándose" en la editorial para terminar de escribir los textos de ambas guías mapas y la guía de mano de Moscú.

Los trabajos están ya en las principales librerías y pueden adquirirse según los métodos que figuran en la web: www.guiadedios.com (Cómo Comprar).

 

Son elementos imprescindibles para saber qué hacer durante el tiempo que media entre partido y partido. Porque vas a la cancha, a lo sumo son tres horas entre tiempo previo, los 90 minutos que -a partir de la segunda ronda pueden ser 120 y eventualmente los penales- y la vuelta al hotel.

Te queda mucho tiempo libre y qué mejor que conocer las atracciones del país y las ciudades que se visitan. Es así que las guías mapa de Moscú y San Petersburgo te ofrecen la posibilidad de organizar recorridos de 48 horas, vivir experiencias inolvidables, hacer compras, viajar por el Metro de Moscú cuyas estaciones parecen museos, saber algo más de los estadios, conocer las claves y por supuesto, lo que más interesa a los lectores de Fondo de Olla, contar con datos de gastronomía y recibir sugerencias de los restaurantes donde comer.

La Guía de Mano de Moscú, nos "guía" (valga la redundancia) por la Plaza Roja, el Kremlin, Kitay Garod, el Teatro Bolshoi, Red October, Yakimanka, Basmanny, Novodevichy, Tverskoy, Presnya, Zamoskvoreche y VDNKh (el "Versalles soviético").

Y como lo que nos interesa es la gastronomía, Julián nos recomienda algunos restaurantes. En Moscú, entre otros, nos cuenta sobre Barba Marta (cocina de los Balcanes), Café Pushkin, Dr Zhivago (con vista al Kremlin), Mari Vanna (como si fuera una casa rusa de los años '40 del siglo pasado), White Rabbit (con vista a la ciudad desde un piso 16) y Khachapuri (cocina giorgiana).

Y en San Petersburgo (que cuando uno lo visitó era Leningrado), Banshiki (cocina rusa), Cococo (rusa moderna), Georgian's, Gogol (cocina clásica rusa), Mur Mur (carnes) y Tartarbar.

Ojo, solo es una adelanto. Si vas a viajar para el Mundial o si pensás hacerlo en otro momento del año, no podés dejar de llevarte estas guías que te facilitarán el trabajo de armar tus recorridos, no perderte las principales atracciones y aprovechar el tiempo.

Y algo más, si pierde Argentina podés atenuar la amargura con una vodka Beluga y acompañarla con caviar. Y si gana, mucho mejor, ración doble de ambos para festejar. 

Estadio Olímpico Luzhnikí de Moscú (ex Estadio Central Lenin).

Metro de Moscú con estaciones para el asombro.

Una postal nocturna de la capital rusa.

 Food Truck moscotiva. 

Antes Lenin, ahora Putin.

Mercado frutihortícola.

No solo de fútbol vive el hombre.

San Petersburgo con el río Neva congelado.

En la URSS esto no pasaba. 

Su majestad del caviar.

 Típica comida rusa en San Petersburgo.

¿Qué vodka te gusta más?

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