Álvaro de Frutos, de Madrid a El MantoMiércoles, 23 de mayo de 2018La presencia de Álvaro de Frutos en Buenos Aires, no difiere de lo que es habitual en estos casos. Su esposa argentina es la causa de haber emigrado y pese a que extraña a su Madrid natal, se lo halla muy cómodo en su nuevo rol como chef de El Manto.
Siempre preguntamos lo mismo y por lo general la respuesta es la misma. ¿Cómo es que un chef de excelente formación y con proyección europea deja su continente y se viene a la lejana Sudamérica? Y a Buenos Aires en particular.
Durante nuestra última visita a El Manto, conversamos bastante con su flamante chef, Álvaro de Frutos. Y nos comentaba que llegó a estas pampas acompañando a su esposa argentina. Uno más entre tantos ejemplos que abundan.
Álvaro exhibe una formación gastronómica que muchos envidiarían. A poco de llegar hace pocos meses a nuestra ciudad, se incorporó a la brigada de cocina de El Manto, el restaurante palermitano de Cocina Armenia.
De la interesante conversación mantenida, nos enteramos que el chef pasó por las "huestes" de Martín Berasategui, el legendario reconocido chef español ganador de 8 Estrellas Michelín, cuyo restaurante en el País Vasco lleva su propio nombre (3 de esas estrellas corresponden a su casa original ubicada en Lasarte-Oria, Guipuzcoa.
Álvaro acredita además experiencia como jefe de cocina en varios restaurantes de Madrid y París. Uno de ellos es Otto by Atento, en la capital española. También participó de varios proyectos del Grupo La Máquina, que realiza eventos y cuenta con varios restaurantes, entre ellos Puerta 57 en el Estadio Santiago Bernabeu.
Le preguntamos si antes había tenido experiencia en la cocina de Medio Oriente y la Armenia en particular, pero responde que no. Pero gracias a su formación culinaria no le costó demasiado tomarle la mano a esta propuesta de El Manto, sobre todo porque contó con el asesoramiento de David Khandjian y su madre, Anush Tarverdian, una experta cocinera que abreva las recetas de su patria de origen.
Lo cierto es que por un hecho fortuito, al poco tiempo de haber ingresado a la cocina de El Manto, tuvo la opción de hacerse cargo de la brigada y hoy nos ofrece una versión potenciada de esta culinaria que tan lejos está de su Madrid natal, pero que ha sabido interpretar como un si fuera un armenio más. Que además es una colectividad muy querida y respetada en nuestro país.
La presencia de Álvaro de Frutos en Buenos Aires, no difiere de lo que es habitual en estos casos. Su esposa argentina es la causa de haber emigrado y pese a que extraña a su Madrid natal, se lo halla muy cómodo en su nuevo rol como chef de El Manto.
Siempre preguntamos lo mismo y por lo general la respuesta es la misma. ¿Cómo es que un chef de excelente formación y con proyección europea deja su continente y se viene a la lejana Sudamérica? Y a Buenos Aires en particular.
Durante nuestra última visita a El Manto, conversamos bastante con su flamante chef, Álvaro de Frutos. Y nos comentaba que llegó a estas pampas acompañando a su esposa argentina. Uno más entre tantos ejemplos que abundan.
Álvaro exhibe una formación gastronómica que muchos envidiarían. A poco de llegar hace pocos meses a nuestra ciudad, se incorporó a la brigada de cocina de El Manto, el restaurante palermitano de Cocina Armenia.
De la interesante conversación mantenida, nos enteramos que el chef pasó por las "huestes" de Martín Berasategui, el legendario reconocido chef español ganador de 8 Estrellas Michelín, cuyo restaurante en el País Vasco lleva su propio nombre (3 de esas estrellas corresponden a su casa original ubicada en Lasarte-Oria, Guipuzcoa.
Álvaro acredita además experiencia como jefe de cocina en varios restaurantes de Madrid y París. Uno de ellos es Otto by Atento, en la capital española. También participó de varios proyectos del Grupo La Máquina, que realiza eventos y cuenta con varios restaurantes, entre ellos Puerta 57 en el Estadio Santiago Bernabeu.
Le preguntamos si antes había tenido experiencia en la cocina de Medio Oriente y la Armenia en particular, pero responde que no. Pero gracias a su formación culinaria no le costó demasiado tomarle la mano a esta propuesta de El Manto, sobre todo porque contó con el asesoramiento de David Khandjian y su madre, Anush Tarverdian, una experta cocinera que abreva las recetas de su patria de origen.
Lo cierto es que por un hecho fortuito, al poco tiempo de haber ingresado a la cocina de El Manto, tuvo la opción de hacerse cargo de la brigada y hoy nos ofrece una versión potenciada de esta culinaria que tan lejos está de su Madrid natal, pero que ha sabido interpretar como un si fuera un armenio más. Que además es una colectividad muy querida y respetada en nuestro país.