El juego de las diferencias entre el vino y la carne

Está clarita la cosa. Basta ver los resultados y la actualidad de uno y otro sector. Carne vacuna y vino son dos productos emblemas de nuestro país. Uno es el que mayor prestigio tiene en el mundo a partir de su calidad y el plus que significa vender carne proveniente de animales criados a pasto.

El otro, vive una de sus crisis más profundas, justificada en un cóctel explosivo de factores que ha llevado al consumo más bajo de la historia en el orden local (por debajo de los 20 litros anuales per cápita) y en el externo, salvo honrosas excepciones, una caída estrepitosa en las ventas.

Desde hace tiempo el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) puso su mirada en el tentador mercado asiático en general, y chino en particular. En el país más grande del mundo en cuanto a población, se están comercializando toneladas y toneladas de cortes que aquí prácticamente se descartan: brazuelo, cogote, garrón. En la actualidad, los chinos compran la mitad de la carne que exporta la Argentina.

Pero las cosas están cambiando. De hecho, en la SIAL Shanghai se conoció un estudio de la Consultora internacional Agribusiness, que presentó en el Pabellón Argentine Beef los resultados preliminares de un profundo estudio de mercado que se encuentra realizando en China y Hong Kong, y que finalizará en julio de este año.

Según este trabajo, encargado por el IPCVA, la gran noticia es que los chinos pasarán de 4 kilos de consumo de carne vacuna por año a 8 kilos, en 2027. No es un dato menor, dado que se trata de un mercado de más de 1.300 millones de habitantes que no se autoabastece. 

A partir de la culminación del trabajo, se desarrollará un plan estratégico para el posicionamiento de la carne argentina en las principales ciudades de China y los segmentos clave del mercado.

Según explicaron los especialistas de la consultora -con más de 20 años de experiencia en China-, es que la tendencia indica que la clase media de ese país es la que más rápido crece a nivel mundial y eso mismo hace que cambien las tendencias de la alimentación y que los ciudadanos demanden cada vez más carne vacuna y de mejor calidad.

El mercado chino es muy complejo, dado que coexisten sistemas de comercialización tradicionales con la creciente venta en grandes supermercados y el comercio electrónico, al tiempo que presenta diferencias culturales y gastronómicas muy mercadas en las diferentes regiones del país.

Actualmente, según los especialistas, la carne vacuna comienza a ser vista como proteína de muy alto valor en un mercado dominado por el consumo de cerdo.

Muy diferente es Hong Kong, una plaza mucho más sofisticada, que desde hace años demanda cortes de alto valor. Como se deduce, las expectativas son muy favorables. Y para ello, el IPCVA no solo armó un stand que llama la atención de los visitantes a la feria por su envergadura, sino que también está realizando una activa promoción publicitaria en las calles de Shanghai.

¿Y qué pasa con el vino? La contracara. Wines of Argentina (WofA), entidad que trabaja solo para las bodegas asociadas que pagan para pertenecer (a diferencia de lo que pasa con la carne, donde están presentes los productores, frigoríficos y exportadores), inició una pretenciosa campaña denominada

"Argentina Breaking New Ground", que según ellos "...busca potenciar la percepción de la Argentina como un país progresista y moderno en términos vitivinícolas, para así atraer la atención de la prensa y de influenciadores clave en sus mercados foco".

"El fin último de ello es incrementar la distribución y ventas del vino argentino, poniendo el acento en la premiumización (sic) de la categoría y demostrar la gran diversidad y la excelente relación calidad/precio de los vinos argentinos", agrega WofA.

La entidad apuesta a un trabajo sistemático con influenciadores (sic) globales. "Apalancados en esta nueva estrategia, desde Wines of Argentina se decidió la reconversión de los premios Argentina Wine Awards (AWA) en acciones que permitan aumentar el impacto que reciben los KOL que visitan la Argentina y que luego se transforman en verdaderos ?embajadores' del vino argentino. Por ello, a partir de este año, la redirección de recursos estará orientada a potenciar los programas de partnership con las organizaciones internacionales". Si alguien entiende lo que van a hacer, que lo aclare.

Lo cierto es que en lugar de presentarse en las ferias internacionales no en forma individual como lo hace, sino en conjunto y cohesionados como lo hace la carne, WofA apuesta a gastar el dinero en, por ejemplo, la visita del primer grupo de Masters of Wine a la Argentina, "a través de un partnership con el Instituto de Masters of Wine", y a "esto se suman convenios de colaboración con la Corte de Master Sommeliers y la Comunidad Internacional de Sommeliers nucleados bajo la ASI y la GuildSomm de los Estados Unidos".

Dicen además que durante los próximos tres años, WofA será uno de los socios clave de la Asociación Internacional de Sommeliers (ASI), y como punto de partida de este apoyo, WofA y un grupo de bodegas argentinas estarán participando en del concurso Best Sommelier of the America's 2018 que se realizará en Montreal, Canadá, del 21 al 24 de mayo próximo".

Entre las acciones destacadas, se encuentra otorgar un viaje a la Argentina para el ganador del certamen, ser sponsorship de uno de los almuerzos y una Masterclass sobre la diversidad del país dictada por Matías Prezioso, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers.

A esta altura, uno se pregunta si esta invitación redundará en algún beneficio directo para la venta de nuestros vinos en el exterior, misión fundamental de WofA.

Y si todo esto que mencionamos más arriba les parece verso, lean esto: "actualmente el vino argentino está redefiniendo sus paradigmas. A través del estudio sistematizado de los terroirs, los productores locales se han transformado en PIONEROS DE UNA NUEVA GENERACIÓN (sic, en mayúsculas) al potenciar un profundo proceso de regionalización que une excepcionales terroirs con varietales clásicos y autóctonos, combinando prácticas tradicionales con tecnología de vanguardia. Todo ello refleja la constante evolución que vive hoy la industria".

A esto se le llama errar la estrategia. ¿No sería mejor acompañar a la carne argentina en todas las ferias donde participa el IPCVA? ¿No es acaso el vino el acompañamiento perfecto para nuestro alimento emblema en el mundo? ¿No sería mejor gastar la plata que ponen las bodegas en acciones más concretas y rendidoras?

Hay muchas más preguntas sin respuestas. WofA está casada con los sommeliers, y lo que es peor con la "corpo" de los sommeliers. Y mientras haya comunicadores que sacan ventajas de esta organización, o que callan lo que pocos dicen, no habrá futuro posible.

Contracara. A unos les van muy bien y a los otros les va mal. Saquen los lectoers sus propias conclusiones.