Francisco Mosquera Ruiz nació en Medellín hace apenas 19 años. A su edad parece mentira que acumule tanta experiencia como "cantinero" (así se define él mismo). Hoy lo encontramos en la barra de El Manto.
Como sabemos, El Manto es un restaurante (o quizás haya que decir "el" restaurante) de Cocina Armenia en Buenos Aires. Es auténtico en su concepción y moderno en su estilo. Y como no puede ser de otra manera, posee una barra y un bartender que, a tono con las nuevas reglas de la gastronomía, nos permiten disfrutar de un cóctel antes, durante o después de la comida.
El responsable de esta misión es un jovencísimo colombiano, nacido hace 19 años en Medellín y fanático del DIM, uno de los dos clubes más importantes de la ciudad de la montaña y donde dice que están las mujeres más bellas del país cafetero.
Ingresando a El Manto, el restaurante familiar de David Khandjian, uno no puede sino girar de inmediato la vista hacia la izquierda, donde está la barra y detrás de ella, sobresale la blanquísima sonrisa de Francisco Mosquera Ruiz, el "cantinero de la casa".
Brota la simpatía del moreno, que no espera mucho para preguntar los gustos de los comensales y pide confianza, es decir que dejemos a su buen criterio la elección de lo que uno va a beber minutos después.
Pura creatividad, aunque dejemos para el final el gin tonic, el preferido del "cantinero" y compañía ideal para terminar la comida, tal como se hace en España. Cuatro cócteles, demasiado para una sola noche, pero es imposible resistirse a las tentaciones que salen de atrás de la barra.
Francisco estudió sommellerie en el Colegio Gato Dumas. Pasó por la Academia Barman Argentina en las carreras de Bartender Profesional, Barmanager y Cafetería.
Fue jefe de barra en el Bar Forest Dan, bartnder en Luzmala, Puerta Uno y Johnny B. Good de Puerto Madero. Participó del Torneo Innobar en Caminos y Sabores 2016, y ganó el Concurso Internacional de Coctelería "Televisión Pública Argentina". También se desempeñó como barista en Café Menssana, en Barcelona.
De la comida hablaremos en otra nota. El Manto nos reivindica con la culinaria armenia clásica y moderna, fuera de los comederos que no siempre respetan la calidad de la propuesta. Y la coctelería, vale resaltarlo, está a tono con lo que proponen David y su equipo.
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Tres vinos y una feria para descubrir la diversidad del Malbec, desde jóvenes a los de guarda, en blend con otras cepas y hasta en su versión como vino blanco. Un repaso por algunas etiquetas que rompen el molde y, además, una feria única para conocer los Malbec de "impacto positivo".
