La empresa Despegar.com está inscripta en el Ministerio de Turismo de la Nación, como agencia de viajes. Sin embargo, si uno quiere hacer un reclamo no te dan bola. Ni siquiera podés conseguir una dirección legal donde mandar una carta documento.
Imaginamos que tratándose de Despegar, una empresa que una vez que pagaste se desentiende de sus clientes, deben existir miles de reclamos ante el Ministerio de Turismo de la Nación, que tiene una página disponible en su web para este tipo de quejas.
Está claro que también hay concurrencia de culpas con Aerolíneas Argentinas, pero si uno compra los pasajes por Despegar debería ser esta empresa la responsable de darle una respuesta satisfactoria a sus clientes.
Repasemos los hechos según la denuncia textual que nos acerca nuestra lectora: "En fecha 16 de septiembre de 2017, compramos con tarjeta de crédito (2) pasajes aéreos de Aerolíneas Argentinas (Buenos Aires- Barcelona; Barcelona- Buenos Aires), a través del sitio Despegar.com. Los pasajes mencionados tenían fecha de partida el 3 de diciembre de 2017 y de regreso para el 19 de diciembre de 2017. Asimismo, durante el período de viaje teníamos previsto viajar a múltiples destinos, (Tel Aviv, Jerusalén, París), con las pertinentes contrataciones de aéreos, alojamiento y excursiones".
Continúa: "El día 9 de noviembre de 2017, recibimos un correo electrónico del sitio Despegar.com, en el que se nos informa que, debido a una reprogramación de vuelos no sería posible regresar en la fecha programada (19.12.17). Ante esta situación, solicitamos (a través de único medio que facilita la agencia de viajes Despegar.com _correo electrónico de la página online) alternativas de solución: regresar desde otro aeropuerto; con otras aerolíneas, etcétera".
Sigue la película: "Durante diez días consecutivos estuvimos tratando de obtener una respuesta satisfactoria, pero de ninguna forma se logró una contestación. Silnciio absoluto. Ante la proximidad de la partida y sin respuesta del sitio Despegar.com, nos comunicamos en forma directa con Aerolíneas Argentinas y nos informaron que, por motivos que son de público conocimiento (conflicto gremial), la empresa se vio obligada a una reducción de la oferta semanal de salidas a Barcelona, y por ello el pasajero puede optar entre otras opciones, la cancelación del pasaje con devolución del 100% del monto del mismo - en un todo conforme con la resoluciones vigentes emitidas por Aerolíneas Argentinas. También AA dejó claro que en caso de haber comprado los pasajes a través de agencias de viajes, los pedidos y/o reclamos debían dirigirse a ellas".
El problema surge cuando la mencionada agencia, en este caso Despegar.com, no te brinda formas de comunicarte. La lectora envió una carta documento a una dirección legal que encontró, pero le vino de vuelta por ser "domicilio desconocido".
Cabe señalar que además, como los pasajes se compraron en cuotas, aún se están pagando, sin que se pudieran utilizar. Es decir que los clientes de Despegar.com nunca despegaron, o si lo hicieron pero comprando otros pasajes en otra aerolínea.
Lo lamentable del caso es que no han logrado siquiera obtener una respuesta, ni favorable ni desfavorable. Simplemente, se trata de una agencia impersonal que todo lo hace por vía del éter, que una vez que pagaste mira para otro lado y no da solución a un problema generado entre ella misma y la aerolínea.
Va de suyo que se han hecho reclamos, que la lectora ha contactado a Defensa del Consumidor, a Defensa del Turista y se aprestaba a hacer la pertinente queja en la web del Ministerio de Turismo.
A esta altura, uno se pregunta si habiendo tantos casos similares, cómo ese que el Ministerio de Turismo no le retira a Despegar.com la matrícula para operar. Y cómo se puede tolerar que una empresa que pretende contar con la fidelidad de sus clientes, actúe de esta manera.
La respuesta la tienen las autoridades y la propia Despegar.com, que al parecer no se preocupa mucho por lo que pase por sus clientes una vez que éstos pagaron. Indudablemente la responsabilidad le cabe a Despegar.com, pero existe responsabilidad concurrente entre la agencia de viajes y la aerolíneas de bandera que se lava las manos.
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