Clarete, nueva osadía de Catena ZapataMartes, 14 de noviembre de 2017Catena Zapata nos quiere acostumbrar a volver a la historia y a las costumbres un tanto olvidadas. Ya ocurrió con el Garnacha (o Grenache) y ahora con la reversión del Clarete, que sale a la venta en la línea D. V. Catena.
Dicen que Domingo Vicente Catena era un fanático del blend. Célebre por sus vinos robustos, de color intenso y gran potencial de envejecimiento, como el Tinto Buenos Aires, corte de Malbec y Petit Verdot, también se lo reconocía por el Clarete, que "viajaba" desde Mendoza junto al vino anterior en bordaleses para ser embotellados y estar disponibles en restaurantes y bares de la ciudad.
La historia cuenta que en los siglos XVII y XVIII, se brindaba con un vino fresco y liviano, llegado de Bordeaux, llamado Claret. Se elaboraba sobre todo con uvas Malbec. Por seis siglos, el vino permaneció inalterable hasta que, con los avances en la vinificación, se volvería más oscuro y contundente.
Hay que aclarar que el clarete no es un rosado. En la Unión Europea, por caso, se ha eliminado de su normativa el concepto de clarete. Tampoco se permite el viejo método de mezclar tinto con blanco para lograr claretes.
El término clairet, un galicismo, o anglicismo claret, únicamente podían utilizarse en la AOC Claret de Burdeaux. En Francia, y países imitadores, la cosa siempre ha estado clara: un clairet es un tinto mientras que en España no. Así lo destaca el sitio "Vino Premier" de este país.
En esa web señalan que todo empieza en Francia: "allí, desde al menos el Siglo XVII se elabora una tipología de vino conocida en Inglaterra (país importador por excelencia) como French Claret. Este vino, muy estimado, se convertiría con el tiempo en Bordeaux Clairet, con categoría de denominación de origen controlada".
Y agrega que "se trataba de tintos pálidos, de un brillante vestido de color rojo pálido, de poco cuerpo, suaves y frescos, con gran intensidad aromática frutal, que han ido ganado color y estructura hasta llegar a los tintos actuales".
El Clarete de D. V. Catena, recién puesto en el mercado, es un varietal 100% Malbec, elaborado con uvas de los viñedos Angélica Sur, El Cepillo, Eugenio Bustos y Tupungato.
La fermentación se hizo sin pieles durante 30 días en barricas de roble francés de tercer y cuarto uso, donde el vino permaneció ocho meses.
"Presenta un color rojo rubí, con destellos escarlata, posee gran intensidad y complejidad aromática", según el enólogo. Se observa "frutilla, pimienta y membrillo junto a notas a tabaco, té negro y moca".
Y por último, exhibe una "textura aterciopelada y elegante, de largo final, que deja un recuerdo a bayas del bosque y hojarasca".
Catena Zapata nos quiere acostumbrar a volver a la historia y a las costumbres un tanto olvidadas. Ya ocurrió con el Garnacha (o Grenache) y ahora con la reversión del Clarete, que sale a la venta en la línea D. V. Catena.
Dicen que Domingo Vicente Catena era un fanático del blend. Célebre por sus vinos robustos, de color intenso y gran potencial de envejecimiento, como el Tinto Buenos Aires, corte de Malbec y Petit Verdot, también se lo reconocía por el Clarete, que "viajaba" desde Mendoza junto al vino anterior en bordaleses para ser embotellados y estar disponibles en restaurantes y bares de la ciudad.
La historia cuenta que en los siglos XVII y XVIII, se brindaba con un vino fresco y liviano, llegado de Bordeaux, llamado Claret. Se elaboraba sobre todo con uvas Malbec. Por seis siglos, el vino permaneció inalterable hasta que, con los avances en la vinificación, se volvería más oscuro y contundente.
Hay que aclarar que el clarete no es un rosado. En la Unión Europea, por caso, se ha eliminado de su normativa el concepto de clarete. Tampoco se permite el viejo método de mezclar tinto con blanco para lograr claretes.
El término clairet, un galicismo, o anglicismo claret, únicamente podían utilizarse en la AOC Claret de Burdeaux. En Francia, y países imitadores, la cosa siempre ha estado clara: un clairet es un tinto mientras que en España no. Así lo destaca el sitio "Vino Premier" de este país.
En esa web señalan que todo empieza en Francia: "allí, desde al menos el Siglo XVII se elabora una tipología de vino conocida en Inglaterra (país importador por excelencia) como French Claret. Este vino, muy estimado, se convertiría con el tiempo en Bordeaux Clairet, con categoría de denominación de origen controlada".
Y agrega que "se trataba de tintos pálidos, de un brillante vestido de color rojo pálido, de poco cuerpo, suaves y frescos, con gran intensidad aromática frutal, que han ido ganado color y estructura hasta llegar a los tintos actuales".
El Clarete de D. V. Catena, recién puesto en el mercado, es un varietal 100% Malbec, elaborado con uvas de los viñedos Angélica Sur, El Cepillo, Eugenio Bustos y Tupungato.
La fermentación se hizo sin pieles durante 30 días en barricas de roble francés de tercer y cuarto uso, donde el vino permaneció ocho meses.
"Presenta un color rojo rubí, con destellos escarlata, posee gran intensidad y complejidad aromática", según el enólogo. Se observa "frutilla, pimienta y membrillo junto a notas a tabaco, té negro y moca".
Y por último, exhibe una "textura aterciopelada y elegante, de largo final, que deja un recuerdo a bayas del bosque y hojarasca".