Ushuaia se puso OrangeMiércoles, 18 de octubre de 2017Christian Waisberg y su brigada, ofrecen en el Restaurante Orange, del Hotel Los Acebos, una cocina basada en la esencia del producto patagónico y en particular de la Isla de Tierra del Fuego. Centolla y compañía con una vista extraordinaria de la ciudad más austral del mundo.
Orange- Luis Martial 1911 - Teléfono: 02901 442200- Abierto todos los días mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: De Autor
Lugar: Ushuaia, Tierra del Fuego
Precio: $$$$
Lo primero que hay que decir de Orange, el restaurante del Hotel Los Acebos, es que solo la vista panorámica de la ciudad (y más aún de noche, según puede verse en la fotografía que abre esta nota) merece la pena de ser visitado.
Pero si a ello le sumamos la calidad de la propuesta, que el propio chef Christian Waisberg, nacido en Comodoro Rivadavia, tendremos un disfrute pleno de alta gastronomía.
Nos cuenta el chef que el origen de su pasión por la cocina, nació de la mano de abuelos de ascendencia española y árabe. Ellos cocinaban para toda la familia y después, aclara, su madre siguió los pasos que pasarían a su vez a la tercera generación de la familia.
Recuerda que desde muy chico le gustaba comer cordero al asador, que nunca faltaba en las visitas a su ciudad natal.
Christian se formó en Mar del Plata, otra ciudad muy cercana a sus sentimientos. A la hora de nombrar a quienes dejaron una impronta en su trabajo, menciona a un profesor llamado Fernando Pérez Catan y, ya instalado en Ushuaia en el Hotel Las Hayas, la chef Lucía Curone fue otro referente importante.
La central de su propuesta es utilizar la mayor cantidad de productos regionales y adaptarlos a la demanda de los huéspedes, que son de distintas nacionalidades. Y además, considerando que Orange es un restaurante hotel, se suman a la carta varios clásicos para el público familiar.
De los platos que merecen destacarse son el cordero con sal ahumada, puré de garbanzos y chutney de frutos rojos, y el risotto de centolla, ambos elaborados con dos productos emblemáticos de la zona.
La centolla también se presenta en otro plato, al natural con salsa rosa, manteca clarificada y lima. También hay cebiche de langostinos sobre guacamole en tostada frita de trigo. Y siempre del mar, salmón estilo gravlax, con palta, mango y castañas tostadas en crema de lima y ají con encurtidos. Otra variedad típica de la región son las cholgas fueguinas, en este caso gratinadas.
Entre las carnes, si bien hay bife ancho al grill con cubos de papa crocante y salsa ranchera, hay una tentadora cazuela de cordero patagónico y hongos.
Pero no queda más remedio que volver al mar, con la merluza negra en reducción de Chardonnay con mix de verdes, tomates confitados, palta y espárragos salteados; o dúo de trucha y salmón marinado, manteca de hierbas cítricas con papines aplastados y flan de brócoli. Y abadejo a la plancha con crema de cilantro acompañada con salteado de arroz, espárragos y hongos.
Hay un buen capítulo de pastas, donde sobresalen los paccheri rellenos de salmón rosado y los spaghetti de trigo candeal.
Para el final, panna cotta de canela, manzana en compota y crumble con nueces, o mousse de chocolate en tres intensidades. Y peras al Torrontés con canela, vainilla helada y crocante de maní.
La magia del lugar va de la mano de una cocina creativa, pero nada pretenciosa y en la que el producto local emerge como la mejor carta de presentación de la cocina del fin del mundo.
Christian Waisberg y su brigada, ofrecen en el Restaurante Orange, del Hotel Los Acebos, una cocina basada en la esencia del producto patagónico y en particular de la Isla de Tierra del Fuego. Centolla y compañía con una vista extraordinaria de la ciudad más austral del mundo.
Orange- Luis Martial 1911 - Teléfono: 02901 442200- Abierto todos los días mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: De Autor
Lugar: Ushuaia, Tierra del Fuego
Precio: $$$$
Lo primero que hay que decir de Orange, el restaurante del Hotel Los Acebos, es que solo la vista panorámica de la ciudad (y más aún de noche, según puede verse en la fotografía que abre esta nota) merece la pena de ser visitado.
Pero si a ello le sumamos la calidad de la propuesta, que el propio chef Christian Waisberg, nacido en Comodoro Rivadavia, tendremos un disfrute pleno de alta gastronomía.
Nos cuenta el chef que el origen de su pasión por la cocina, nació de la mano de abuelos de ascendencia española y árabe. Ellos cocinaban para toda la familia y después, aclara, su madre siguió los pasos que pasarían a su vez a la tercera generación de la familia.
Recuerda que desde muy chico le gustaba comer cordero al asador, que nunca faltaba en las visitas a su ciudad natal.
Christian se formó en Mar del Plata, otra ciudad muy cercana a sus sentimientos. A la hora de nombrar a quienes dejaron una impronta en su trabajo, menciona a un profesor llamado Fernando Pérez Catan y, ya instalado en Ushuaia en el Hotel Las Hayas, la chef Lucía Curone fue otro referente importante.
La central de su propuesta es utilizar la mayor cantidad de productos regionales y adaptarlos a la demanda de los huéspedes, que son de distintas nacionalidades. Y además, considerando que Orange es un restaurante hotel, se suman a la carta varios clásicos para el público familiar.
De los platos que merecen destacarse son el cordero con sal ahumada, puré de garbanzos y chutney de frutos rojos, y el risotto de centolla, ambos elaborados con dos productos emblemáticos de la zona.
La centolla también se presenta en otro plato, al natural con salsa rosa, manteca clarificada y lima. También hay cebiche de langostinos sobre guacamole en tostada frita de trigo. Y siempre del mar, salmón estilo gravlax, con palta, mango y castañas tostadas en crema de lima y ají con encurtidos. Otra variedad típica de la región son las cholgas fueguinas, en este caso gratinadas.
Entre las carnes, si bien hay bife ancho al grill con cubos de papa crocante y salsa ranchera, hay una tentadora cazuela de cordero patagónico y hongos.
Pero no queda más remedio que volver al mar, con la merluza negra en reducción de Chardonnay con mix de verdes, tomates confitados, palta y espárragos salteados; o dúo de trucha y salmón marinado, manteca de hierbas cítricas con papines aplastados y flan de brócoli. Y abadejo a la plancha con crema de cilantro acompañada con salteado de arroz, espárragos y hongos.
Hay un buen capítulo de pastas, donde sobresalen los paccheri rellenos de salmón rosado y los spaghetti de trigo candeal.
Para el final, panna cotta de canela, manzana en compota y crumble con nueces, o mousse de chocolate en tres intensidades. Y peras al Torrontés con canela, vainilla helada y crocante de maní.
La magia del lugar va de la mano de una cocina creativa, pero nada pretenciosa y en la que el producto local emerge como la mejor carta de presentación de la cocina del fin del mundo.