Editorial

Parrillas Argentinas

Lunes, 17 de julio de 2017

A algunos funcionarios les cuesta un Perú entender que lo que es bueno para ellos, no siempre lo es para el país. El reciente encuentro realizado en Lima, con la presencia del Proyecto Parrillas Argentinas, es otra muestra elocuente de la incoherencia de un ministro y su séquito de colaboradores. Aunque esto realmente no debe desvalorizar el esfuerzo privado, si hasta tuvieron que llevar la carne en sus valijas.

Hay varias cosas que aclarar antes de entrar plenamente en tema. Nos referimos al encuentro binacional realizado en Lima, Perú, para celebrar el 9 de Julio, en el cual participaron dueños de parrillas argentinas en Casa Hacienda Moreyra, supuestamente para promocionar la carne argentina en ese país hermano.

La movida dejó una nota importante en el diario El Comercio, el más importante del Perú, así como sendas notas en Clarín y La Nación, que es lo que buscaba el ministro de Turismo, Gustavo Santos, además de tener su foto con el gran Gastón Acurio. Claramente, un objetivo personal más que del que debiera priorizar cualquier funcionario público que es su gestión.

En Fondo de Olla nos enteramos por las redes sociales sobre la realización de este evento, que se cumplió gracias a la generosidad del chef peruano, el hombre que hizo que el Perú pasara a ser una potencia gastronómica y Lima dejara de ser una ciudad poco atractiva para el turismo y se convirtiera en la meca de cualquier amante de los placeres de la buena mesa

Valoramos mucho que Pablo Rivero, propietario de Don Julio, nos invitara a conocer de su propia boca los entretelones de este encuentro en medio de una degustación de los magníficos embutidos que el chef Guido Tassi está elaborando en el lugar para en el futuro servir a los clientes.

Supimos que la iniciativa fue suya y que forma parte de un proyecto destinado a potenciar la carne argentina en el mundo. Un papel que, vale decirlo viene cumpliendo de manera eficiente el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina desde hace muchos años, aun durante la larga noche Kirchnerista, en la cual se limitaban las exportaciones según los caprichos del exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

Hasta el momento, el IPCVA no ha contado con el apoyo de parrillas y bodegas locales, quizá porque a nadie se le ha ocurrido ofrecerles esa posibilidad. Estamos seguros de que los funcionarios del gobierno, en general no tienen la más remota idea de que existe este organismo que se solventa con aportes de los productores y de las empresas del sector ganadero y de los frigoríficos.

Volviendo al 9 de Julio, leíamos en el Suplemento Spot del diario Clarín, del domingo 16 de julio, que "las 19 valijas salieron de Ezeiza repletas de 200 kilos de carne y achuras, y 250 botellas de vino. Inusual carga, tanto como el objetivo de ese equipaje, que dio felicidad a un centenar de personas en Perú. Ese viaje conquistador fue la primera escala de Parrillas Argentinas, un proyecto ambicioso que encaró un grupo de chefs: asociarse con el país líder en gastronomía de Sudamérica para convertirla en potencia global".

Es decir que no solo los miembros de la delegación hicieron el esfuerzo de dejar sus respectivos negocios para viajar a Lima, sino que además tuvieron que cargar con los insumos con el riesgo de decomiso al llegar a destino, algo que afortunadamente no ocurrió.

Como se deduce de lo expuesto, estamos valorando el esfuerzo, aun cuando no se entienda muy bien cuál era el objetivo, más allá de celebrar la fecha patria en tierra hermana. Desconocemos, por otra parte, quiénes fueron los 100 afortunados comensales.

Con respecto a quienes integraron la delegación argentina, hay que decir que la mayoría fueron reconocidos empresarios y chefs, representantes de parrillas y restaurantes de primer nivel en Buenos Aires. Inobjetable.

Sin embargo, nos hicieron ruido un par de cuestiones. Una de ellas es que dos de esos miembros del grupo argentino fueron un maestro del fuego, aunque colombiano (La Carnicería) y que en el menú hubiera minipamplonas (una especialidad uruguaya, de la gente de El Pobre Luis).

La otra sorpresa no fue ya que no participara La Brigada, porque Hugo Echevarrieta no va "a ningún lado" como él mismo dice, sino la ausencia de La Cabrera. La parrilla de Gastón Riveira tiene nada menos que dos sucursales en Lima, pero no estuvo presente en el evento. Y ha sido siempre parte de ese selecto grupo de los 50 Best LATAM, en todas sus ediciones.

Por lo demás, hay que decir que la organización, producción, coordinación o como quieran decirle a esas gestiones, pareció una Mini Masticar, lo que no sabemos realmente si hacía falta. Pero sí, son siempre los mismos: el clan de los 50 Best que sigue teniendo la sartén por el mango. Y esto claramente es culpa de los funcionarios del gobierno que lo permite.

No sabemos cómo va a seguir esta historia. La idea original era buena, no hay duda, pero la falta de criterio impide buscar objetivos más amplios y favorables para el país. Que los miembros del gobierno dejen cuestiones más trascendentes de su gestión solo para sacarse una selfie con Gastón Acurio, se nos ocurre inadmisible.

Sí creemos que todo esfuerzo que se haga para potenciar a la Parrilla Argentina será bienvenido. Es loable lo que en ese sentido realizan los propietarios y chefs o parrilleros de Don Julio, La Brigada, La Cabrera, Le Grill, Las Lilas, Elena- Nuestro Secreto y la lista sigue.

Y también se agrega y se reconoce la compleja labor del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina para promocionar el producto emblema del país en los principales mercados. La reciente presencia en SIAL Shanghái así lo demuestra.

Pero lo que tiene tufillo a lobby y a dinero público gastado sin un proyecto serio detrás, no nos parece tan adecuado. Una vez más, lo privado ha tenido su mérito, mientras lo público volvió a dejar mucho que desear. 

Más de Editorial
¿Y ahora qué hacemos con los cubiertos de 200 dólares?
Editorial

¿Y ahora qué hacemos con los cubiertos de 200 dólares?

La economía argentina carece de reglas claras y seguridad jurídica. Y la inflación es un flagelo que, en el mejor de los casos, deberemos seguir soportando por varios meses (o años). Las medidas adoptadas por el nuevo gobierno, como el achicamiento de la banda cambiaria entre el dólar oficial y el blue, han provocado que muchos turistas extranjeros que vendían dólares a los "arbolitos", para luego pagar un valor irrisorio en los restaurantes, fueran rumbeando para otros lados. Si esto se acrecentara, como suponemos que va a ocurrir, ¿qué harán los restaurateurs que cobran 200 dólares ó más por un cubierto.
La gastronomía no tiene género
Editorial

La gastronomía no tiene género

Durante mucho tiempo, demasiado, por cierto, el rol de la mujer en la cocina estaba limitado a las cuatro paredes de su hogar. Ese era su territorio y, por entonces, resultaba imposible encontrarlas dentro de las durísimas cocinas de restaurantes y hoteles. Para bien, las cosas han cambiado y hoy es común que exista igualdad de género en un ámbito machista donde antes predominaba la fuerza bruta por sobre el cerebro.

Probás 100 vinos por día y ya no sabés qué estás tomando
Editorial

Probás 100 vinos por día y ya no sabés qué estás tomando

Tim Atkin vuelve al país para llevar adelante su 14ta degustación anual, invitado por Wines of Argentina. Estará entre nosotros hasta el 8 de marzo (llegó el pasado 15 de febrero). En primer lugar, contará solamente los vinos que le pongan enfrente desde la entidad que promueve la marca y la imagen país de los vinos argentinos. En segunda instancia, haciendo un cálculo grosso modo, nos da la friolera de un centenar de vinos por día. O sea, llega un momento en el que ya ni sabés qué estás tomando.