Exuberante cocina de mar en San Telmo

Abriendo la Puerta del Inca

Jueves, 6 de julio de 2017

Puerta del Inca abrió a comienzos de 2017 con parte del equipo que participaba del recordado restaurante La Rosa Náutica. En el histórico Pasaje Belgrano, en San Telmo, ofrece un completo repertorio de la cocina de mar de las costas del Perú.

Puerta del Inca - Bolívar 373, Buenos Aires - Teléfono 11 5217 5323 / 5322. Abierto de lunes a viernes de 12 a 24; sábados de 20 a 24. Principales tarjetas.

Tipo de Cocina: Peruana

Barrio: San Telmo

Precio: $$$$ 

En uno de los históricos edificios del sur de la ciudad, funciona desde los primeros días de este año Puerta del Inca, una nueva opción para disfrutar de la Cocina Peruana que tanto ha pegado en el público porteño. Se trata del Pasaje Belgrano, donde hoy también funciona Cassa Lepage Art Hotel.

El primer golpe de vista al llegar a Puerta del Inca, es su salón impactante, que mantiene la arquitectura original. Y luego aparece la barra, de la cual salen cócteles clásicos y de autor, si es con pisco mucho mejor. También cuenta con cerveza tirada, otra opción ideal para este tipo de comida, al igual que cepas como el Torrontés y el Sauvignon Blanc.  

La ambientación está claro que forma parte importante del atractivo del lugar además de su cocina de auténtica raíces marinas y peruanas. Fuera del salón, ya en la galería del edificio, hay lugar para 16 cubiertos, lo mismo que un saloncito en el subsuelo que resguarda intimidad para reuniones privadas para una similar cantidad de comensales.

A cargo de la brigada está el chef Luis Hizo Martínez, pues no se concibe un restaurante peruano sin un cocinero llegado de esas tierras.

El local permanece abierto durante el horario vespertino, con opciones simples que en cierto momento del día cuenta con una propuesta de 2x1 en cócteles. Además, ofrecen un conveniente menú de mediodía a $ 280 (precio de junio), con entrada, principal, postre y bebida.

Por la noche, encontramos una carta que claramente responde a la ortodoxia peruana que ha revolucionado la gastronomía del mundo desde que Gastón Acurio la impulsara en la consideración popular.

Inevitable comenzar con un ceviche y/o un tiradito. En el primer caso, hay tres opciones: clásico de lenguado, mixtura (de mariscos y lenguado) y el cremoso (de salmón rosado marinado en jugo de limas, crema de ají amarillo, chips y maíz frito).

Hay dos tiraditos, de la casa y de lenguado con jugo de lima y crema de ají amarillo, rocoto, batatas glaseadas y maíz frito.

 Otra especialidad son las causas: la colonial y la de pulpo. O directamente se puede pedir un plato estrella de la casa, el pulpo a las brasas marinado en especias a la parrilla, con puré de papas rústicas al ajo y salsa anticuchera. Hay otras dos entradas calientes: chicharrón de calamar y langostinos en camisa.

Al pasar a los principales, es inevitable omitir el lenguado del Inca, un plato similar al que solíamos pedir en La Rosa Náutica. El pescado se cocina al vapor y sale con langostinos en salsa de hinojo al anís (que le otorga el propio vegetal naturalmente), puré de papas, todo en una corona de hojaldre y servido sobre una concha de gran tamaño. Una tentadora opción, sin dudas.

Para compartir, se recomienda la parrilla de mariscos, que llega a la mesa con verduras grilladas y batata al horno, con chimichurri de perejil).

No tan frecuentes en los restaurantes peruanos son las pastas y los arroces, pero aquí las encontramos en varias opciones. El sorrentino, por caso, se prepara como una masa al huevo rellena de langostinos, calamares y camarones en salsa huancaína. También el raviol mare e monti, con masa de espinaca rellena de hongos y camarones con salsa de langostinos.

Más clásico es el arroz con mariscos estofados en ajíes, arvejas, morrones y cilantro. No puede faltar por cierto el lomo saltado al pisco, con cebolla y tomate, con salsa de soja, más papas fritas y arroz.

Los postres despliegan la exuberancia dulce del suspiro de una limeña, o bien el alfajor Puerta del Inca y la mousse crocante de chocolate al praliné. Sin embargo, optamos por el café de popa, otra especialidad que conocíamos del restaurante que tiene su sede central en la limeña Miraflores y en cuya cocina se formó parte del equipo de Puerta del Inca.

De la barra salen piscos tradicionales, el sour y el chilcano, así como creaciones del bartender Ramiro Ferreri. Por ejemplo, el Inca I (lleva torrontés, Hesperidina, maracuyá y frutos rojos), o el Inca II (Aperol, Príncipe de los Apóstoles y pomelo).

Para los amantes de la historia y la arquitectura (y la comida por supuesto), Puerta del Inca ofrece los primeros cuatro viernes de cada mes, desde las 19, visitas guiadas por el Pasaje Belgrano, que se construyó en 1891. La experiencia concluye con una cena por pasos para tener una experiencia completa.

Más de Restaurantes
Così mi Piace, así me gusta, así nos gusta
Restaurantes

Così mi Piace, así me gusta, así nos gusta

Hay pizzas y pizzas. Buenos Aires ofrece hoy diversas versiones que nos sorprenden a veces por la escasa o nula difusión que han tenido entre nosotros. Uno de esos casos es el de la variedad romana, finita, seca, crujiente y con ingredientes de calidad, algunos de ellos italianos. Es la que ofrece Così mi Piace, junto a varias opciones de pasta al dente.
Un speakeasy de carnes en Recoleta
Restaurantes

Un speakeasy de carnes en Recoleta

Casi como si se tratara de un speakeasy, Rufino se descubre en el subsuelo del hotel boutique Mío Buenos Aires, de Recoleta. El restaurante se inauguró a mediados del 2018 y, por suerte, han logrado superar la pandemia que les pegó doble (ya que no disponen de espacios al aire libre excepto un diminuto patio al fondo del salón. El leit motiv es la carne argentina, llevada aquí a niveles de calidad y sofisticación bien entendida, que potencian la propuesta.
L'Atelier vuela alto
Restaurantes

L'Atelier vuela alto

El caso de la cocina francesa en Buenos Aires es digno de estudio. No contamos con demasiados exponentes de calidad, siempre ha tenido una mala e injusta fama de ser muy costosa y, para colmo de males, sufrió un vacío importante con el cierre de La Bourgogne. Por suerte nos quedan los bistrós y, entre ellos, sin dudas que L'Atelier va a la vanguardia por su excelente relación precio calidad. Un lujo que podemos darnos, para comer como si estuviéramos en París o cualquier otra ciudad de Francia. Un gran trabajo de Verónica Morello y Charly Forbes.