Entre la pavada y los que trabajan de verdad Lunes, 12 de diciembre de 2016La irrupción de las redes sociales ha provocado cambios vertiginosos en la comunicación. Y también es caldo de cultivo de todo tipo de manifestaciones tendenciosas porque nadie se hace cargo de lo que dice, muchas veces escudados en el anonimato. Para colmo de males hay una tele basura que bastardea a la gastronomía. Y las ratas se pasean por los jardines de los restaurantes.
La irrupción de las redes sociales ha provocado cambios vertiginosos en la comunicación. Y también es caldo de cultivo de todo tipo de manifestaciones tendenciosas porque nadie se hace cargo de lo que dice, muchas veces escudados en el anonimato. Para colmo de males hay una tele basura que bastardea a la gastronomía. Y las ratas se pasean por los jardines de los restaurantes.
Hay cocineros que aman su profesión y están siempre dentro de su hábitat natural; otros, demasiados, prefieren hacer lobby para viajar y transar porque eso es seguramente más divertido que morirse de calor en una cocina, y los hay también los que pierden el tiempo ironizando en las redes sociales sobre cuestiones que no han sido chequeadas, que no son ciertas la mayor parte de las veces.
Y encima sobrevienen los escándalos mediáticos, como el que ocurrió con Olsen, restaurante que supo ser de Germán Martitegui y ya no, según el propio chef salió a aclarar, quizá tardíamente, porque cuando uno se va hay que dejarlo en claro. Así lo hizo Dante Liporace cuando dejó Tarquino y despejó toda duda.
El episodio en cuestión tuvo gran repercusión, seguramente porque el que vio las ratas pasearse por el jardín del restaurante palermitano, era un periodista conocido: Pablo Duggan.
En la prensa, de manera muy poco ética, se colocaron en varios medios, fotos de Martitegui como si él fuera el responsable del lugar. Su único error fue no comunicar su alejamiento de la empresa propietaria, lo que sucedió en 2015.
Otros, para justificar lo injustificable, dijeron que Buenos Aires es una ciudad llena de ratas. Y es cierto, París también lo es, si vamos a buscar ejemplos. Hay muchas formas de combatir a los roedores. Además, cuando los inspectores municipales llegaron a Olsen se encontraron con excrementos de ratas, y cucarachas. Y sí, cucarachas hay en todos lados. Lo concreto es que a nadie le gusta comer mientras los roedores se pasean entre las mesas, menos aún hacerlo cuando las medidas de higiene de la cocina no son tomadas en cuenta.
Esta vez Martitegui, que como todos saben no es santo de nuestra devoción (un gran cocinero de todos modos), no tenía nada que ver. Y quienes lo conocen dicen que es un obsesivo con todo, más aún con la limpieza.
Otro hecho que trajo sus dimes y diretes en la semana, fue el desubicado tweet de un chef que está acostumbrado a cocinar sin fronteras. Acusó a un colega de aprovechar una supuesta cercanía con el gobierno para viajar a Madrid Fusión. Solo que no sabía que el acusado había decidido renunciar a esta posibilidad por la falta de transparencia de los funcionarios del área de Turismo de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires. De paso, el telúrico jefe de cocina de Perón Perón, aprovechó para criticar y hacer lobby para su amigo fronterizo. Enterate del tema en la nota "Egos y envidia en la cocina".
Asimismo, estuvo por Buenos Aires el colega español José Carlos Capel, el organizador del festival madrileño. Y las garrapatas andaban rondando para ver si conseguían alguna prebenda.
Y como si esto fuera poco, éramos pocos y parió el francés. El programa de Telefé "Pesadilla en la Cocina", puede haber sido un éxito de televidentes, no lo dudamos. Pero para los restaurantes que participaron fue un salvavidas de plomo. Dialogamos con uno de los propietarios, quien nos aseguró que le pusieron equipamiento básico, le pintaron el local bien colorinche y le pusieron platos elementales en la carta. Todo eso para que la mala prensa que les dio la presencia televisiva, provocara una caída en la cantidad de cubiertos. Y esto no pasa solo acá, aun con Gordon Ramsay pasó lo mismo.
Por otro lado, si repasamos los primeros diez restaurantes que aceptaron el desafío, casi todos son de dudosa calidad. Televisión berreta en una copia burda de "Kitchen Nightmares". Enterate leyendo "La Pesadilla en la Cocina no termina nunca".
Pero también hay noticias de las buenas. Fernando Mayoral visita este jueves 15 a Alejandro Feraud en Alo's. Un menú que no hay que perderse.
Visitamos La Locanda, donde Daniele Pinna nos deleitó con sus platos sardos y la posibilidad de probar trufas recién llegadas de Italia.
Si muchos se sorprendieron con el video del chuletón vasco, único en Buenos Aires en Sagardi, el director del restaurante de San Telmo, Juani Fuoco, ahora nos enseña a preparar el gin tonic que los vascos suelen beber como bajativo. Un video producido por De Dios Editores.
"En la Olla" será, a partir de ahora, una cita todos los lunes para contarles las novedades, lo bueno y lo malo, sin copy paste, como es costumbre de Fondo de Olla.
La irrupción de las redes sociales ha provocado cambios vertiginosos en la comunicación. Y también es caldo de cultivo de todo tipo de manifestaciones tendenciosas porque nadie se hace cargo de lo que dice, muchas veces escudados en el anonimato. Para colmo de males hay una tele basura que bastardea a la gastronomía. Y las ratas se pasean por los jardines de los restaurantes.
La irrupción de las redes sociales ha provocado cambios vertiginosos en la comunicación. Y también es caldo de cultivo de todo tipo de manifestaciones tendenciosas porque nadie se hace cargo de lo que dice, muchas veces escudados en el anonimato. Para colmo de males hay una tele basura que bastardea a la gastronomía. Y las ratas se pasean por los jardines de los restaurantes.
Hay cocineros que aman su profesión y están siempre dentro de su hábitat natural; otros, demasiados, prefieren hacer lobby para viajar y transar porque eso es seguramente más divertido que morirse de calor en una cocina, y los hay también los que pierden el tiempo ironizando en las redes sociales sobre cuestiones que no han sido chequeadas, que no son ciertas la mayor parte de las veces.
Y encima sobrevienen los escándalos mediáticos, como el que ocurrió con Olsen, restaurante que supo ser de Germán Martitegui y ya no, según el propio chef salió a aclarar, quizá tardíamente, porque cuando uno se va hay que dejarlo en claro. Así lo hizo Dante Liporace cuando dejó Tarquino y despejó toda duda.
El episodio en cuestión tuvo gran repercusión, seguramente porque el que vio las ratas pasearse por el jardín del restaurante palermitano, era un periodista conocido: Pablo Duggan.
En la prensa, de manera muy poco ética, se colocaron en varios medios, fotos de Martitegui como si él fuera el responsable del lugar. Su único error fue no comunicar su alejamiento de la empresa propietaria, lo que sucedió en 2015.
Otros, para justificar lo injustificable, dijeron que Buenos Aires es una ciudad llena de ratas. Y es cierto, París también lo es, si vamos a buscar ejemplos. Hay muchas formas de combatir a los roedores. Además, cuando los inspectores municipales llegaron a Olsen se encontraron con excrementos de ratas, y cucarachas. Y sí, cucarachas hay en todos lados. Lo concreto es que a nadie le gusta comer mientras los roedores se pasean entre las mesas, menos aún hacerlo cuando las medidas de higiene de la cocina no son tomadas en cuenta.
Esta vez Martitegui, que como todos saben no es santo de nuestra devoción (un gran cocinero de todos modos), no tenía nada que ver. Y quienes lo conocen dicen que es un obsesivo con todo, más aún con la limpieza.
Otro hecho que trajo sus dimes y diretes en la semana, fue el desubicado tweet de un chef que está acostumbrado a cocinar sin fronteras. Acusó a un colega de aprovechar una supuesta cercanía con el gobierno para viajar a Madrid Fusión. Solo que no sabía que el acusado había decidido renunciar a esta posibilidad por la falta de transparencia de los funcionarios del área de Turismo de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires. De paso, el telúrico jefe de cocina de Perón Perón, aprovechó para criticar y hacer lobby para su amigo fronterizo. Enterate del tema en la nota "Egos y envidia en la cocina".
Asimismo, estuvo por Buenos Aires el colega español José Carlos Capel, el organizador del festival madrileño. Y las garrapatas andaban rondando para ver si conseguían alguna prebenda.
Y como si esto fuera poco, éramos pocos y parió el francés. El programa de Telefé "Pesadilla en la Cocina", puede haber sido un éxito de televidentes, no lo dudamos. Pero para los restaurantes que participaron fue un salvavidas de plomo. Dialogamos con uno de los propietarios, quien nos aseguró que le pusieron equipamiento básico, le pintaron el local bien colorinche y le pusieron platos elementales en la carta. Todo eso para que la mala prensa que les dio la presencia televisiva, provocara una caída en la cantidad de cubiertos. Y esto no pasa solo acá, aun con Gordon Ramsay pasó lo mismo.
Por otro lado, si repasamos los primeros diez restaurantes que aceptaron el desafío, casi todos son de dudosa calidad. Televisión berreta en una copia burda de "Kitchen Nightmares". Enterate leyendo "La Pesadilla en la Cocina no termina nunca".
Pero también hay noticias de las buenas. Fernando Mayoral visita este jueves 15 a Alejandro Feraud en Alo's. Un menú que no hay que perderse.
Visitamos La Locanda, donde Daniele Pinna nos deleitó con sus platos sardos y la posibilidad de probar trufas recién llegadas de Italia.
Si muchos se sorprendieron con el video del chuletón vasco, único en Buenos Aires en Sagardi, el director del restaurante de San Telmo, Juani Fuoco, ahora nos enseña a preparar el gin tonic que los vascos suelen beber como bajativo. Un video producido por De Dios Editores.
"En la Olla" será, a partir de ahora, una cita todos los lunes para contarles las novedades, lo bueno y lo malo, sin copy paste, como es costumbre de Fondo de Olla.