El Súper BrunchMiércoles, 7 de septiembre de 2016Para los argentinos, el brunch es más salado que dulce, tal vez porque el horario para almorzar los domingos siempre se retrasa. Osaka instaló este menú hace ya un año con platos que ahondan en las raíces de la cocina peruana y nikkei.
Eddie Castro, chef ejecutivo peruano de Osaka, se muestra orgulloso de los logros alcanzados con esta propuesta que a muchos pareció demasiado audaz. Pero el tiempo le dio la razón. Tanto en el original de Palermo como en Puerto Madero, el restaurante que fue pionero en Buenos Aires cuando la cocina nikkei era casi desconocida entre nosotros, ofrece los domingos al mediodía un súper brunch.
No hay un menú prefijado sino que uno puede elegir, paso a paso, entre las muchas opciones de la carta. Como Osaka se especializa en cocina nikkei, hay un Sushi Brunch, que ofrece tres tipos de ceviches, cuatro tiraditos, otras tantas causas y nigiris, y variedades de makis y sashimi.
Entre los nigiris, las novedades son el Ika Grill de calamar, y el Crispy Rice Kobe. Y en makis, el Spicy Ebi Roll. El ceviche "del Pueblo", remite inexorablemente a las calles de las ciudades del Perú lindantes con el mar, con ese detalle de pescado fresco del día y chipirones fritos.
De los Especiales del Brunch, se hallan los huevos al estilo Osaka, como el waffle de confit de pato con ensalada de brotes y pomelo; o la tortillita de morcilla, con langostinos, yuca frita y huevo al togarashi.
Los buns de pan sellado y cocido al vapor, son irresistibles. Se puede elegir entre el asado nikkei, el chanchito crocante con salsa de cardamomo, o el chipirón con salsa huancaína.
Hay también robatas a la parrilla y su "huevo montao", de cerdo y pollo. También incorporaron tres platos de la cocina peruana, como pulpo confitado, chimichurri y papas batayaki; anticucho de niku con papa, choclito al comino y parmesano, o jaleíta nikkei de mariscos a la canela china, con salsa criolla y tártara. Y también el sudadito nikkei, con ají amarillo y miso.
Para el final, el budín húmedo de higos y queso helado arequipeño con toffee de leche evaropada; minivolcán con helado de crema y frambuesa con tierra de té verde. Los postres son muy delicados, se atenuó el dulzor extremo de algunos clásicos peruanos como el suspiro.
Además de la carta habitual de vinos y tragos de Osaka, para el brunch se pueden pedir cocktails en jarras, como Ceylán, Was a Bee y Sangría Milanés.
Ambos brunchs están disponibles en los locales de Palermo (Soler 5608) y Puerto Madero (Juana Manso 1164).
Osaka fue el primero y sigue siendo el mejor entre los restaurantes de cocina nikkei. Sus precios son elevados, pero vale lo que cuesta. Es una experiencia notable y en el caso del brunch algo distinto que hay que probar, aunque muchos clientes sean fieles a la carta original.
Para los argentinos, el brunch es más salado que dulce, tal vez porque el horario para almorzar los domingos siempre se retrasa. Osaka instaló este menú hace ya un año con platos que ahondan en las raíces de la cocina peruana y nikkei.
Eddie Castro, chef ejecutivo peruano de Osaka, se muestra orgulloso de los logros alcanzados con esta propuesta que a muchos pareció demasiado audaz. Pero el tiempo le dio la razón. Tanto en el original de Palermo como en Puerto Madero, el restaurante que fue pionero en Buenos Aires cuando la cocina nikkei era casi desconocida entre nosotros, ofrece los domingos al mediodía un súper brunch.
No hay un menú prefijado sino que uno puede elegir, paso a paso, entre las muchas opciones de la carta. Como Osaka se especializa en cocina nikkei, hay un Sushi Brunch, que ofrece tres tipos de ceviches, cuatro tiraditos, otras tantas causas y nigiris, y variedades de makis y sashimi.
Entre los nigiris, las novedades son el Ika Grill de calamar, y el Crispy Rice Kobe. Y en makis, el Spicy Ebi Roll. El ceviche "del Pueblo", remite inexorablemente a las calles de las ciudades del Perú lindantes con el mar, con ese detalle de pescado fresco del día y chipirones fritos.
De los Especiales del Brunch, se hallan los huevos al estilo Osaka, como el waffle de confit de pato con ensalada de brotes y pomelo; o la tortillita de morcilla, con langostinos, yuca frita y huevo al togarashi.
Los buns de pan sellado y cocido al vapor, son irresistibles. Se puede elegir entre el asado nikkei, el chanchito crocante con salsa de cardamomo, o el chipirón con salsa huancaína.
Hay también robatas a la parrilla y su "huevo montao", de cerdo y pollo. También incorporaron tres platos de la cocina peruana, como pulpo confitado, chimichurri y papas batayaki; anticucho de niku con papa, choclito al comino y parmesano, o jaleíta nikkei de mariscos a la canela china, con salsa criolla y tártara. Y también el sudadito nikkei, con ají amarillo y miso.
Para el final, el budín húmedo de higos y queso helado arequipeño con toffee de leche evaropada; minivolcán con helado de crema y frambuesa con tierra de té verde. Los postres son muy delicados, se atenuó el dulzor extremo de algunos clásicos peruanos como el suspiro.
Además de la carta habitual de vinos y tragos de Osaka, para el brunch se pueden pedir cocktails en jarras, como Ceylán, Was a Bee y Sangría Milanés.
Ambos brunchs están disponibles en los locales de Palermo (Soler 5608) y Puerto Madero (Juana Manso 1164).
Osaka fue el primero y sigue siendo el mejor entre los restaurantes de cocina nikkei. Sus precios son elevados, pero vale lo que cuesta. Es una experiencia notable y en el caso del brunch algo distinto que hay que probar, aunque muchos clientes sean fieles a la carta original.