Helados que se salen del moldeLunes, 8 de agosto de 2016Ya sabemos que los argentinos tenemos ideas fijas respecto al gusto de helados que solemos elegir. La crema americana, el chocolate y el dulce de leche son los más repetidos, siempre. Pero algunas heladerías se animan a ofrecer algo distinto.
Foto Gentileza Freddo: helado de tiramisú.Los empresarios gastronómicos saben que es indispensable darles a los consumidores lo que ellos piden. Es imposible que falten gustos como crema americana, chocolate, dulce de leche, frutilla y vainilla, los cincos más requeridos por los consumidores.
Pero hay un público, minoritario pero público al fin, que reclama otras opciones, más jugadas. Aun cuando a veces no den resultados satisfactorios para el negocio.
Las heladerías artesanales de cadena (que están en el medio entre las industriales y las más pequeñas de barrio), en general son menos permeables a estos desafíos, al menos si lo hacen es en forma esporádica y raramente salvo alguna sorpresa de parte de la respuesta de los consumidores, estos gustos más jugados no permanecen en la carta.
Un caso emblemático es el de Persicco, que una vez quiso innovar y presentó el Bellini. Se trataba, ni más ni menos, de una versión helada del famoso trago creado en 1948 por Giuseppe Cipriani, en el Harry's Bar de Venecia. Se prepara con espumante con pulpa de durazno. La oferta de Bellini en Persicco duró lo que una temporada de frutas de carozo o ni siquiera eso. Increíblemente nadie lo pedía. Hoy esta cadena suele tener solo sabores tradicionales.
Quizá sea Chungo el que más renueva su propuesta con algunos agregados que son bastante atípicos. Fuera del helado para veganos, que realmente es para un sector muy reducido (no apto para una persona que disfruta de la comida y la bebida sin autoprohibiciones), en esta cadena tradicional nacida en el norte de la ciudad, suelen sorprender con sabores como limón con jengibre y menta; mandarina con miel, y Toddy Chocolat, entre otros. Sin embargo, el must sigue siendo el chocolate veramente nero, que se hace con materia prima belga, de primerísima calidad.
HAY QUE SER OSADO PARA SACAR A UN ARGENTINO DEL DULCE DE LECHE, EL CHOCOLATE Y LA CREMA AMERICANA. PERO HAY HELADERÍAS QUE SE LA JUEGAN CON SABORES MENOS COMUNES.
Freddo también suele contar con algunos sabores menos previsibles, como queso y dulce; cheescake de maracuyá, o las interpretaciones de postres en versión sundae: lemon pie; brownie bombón; cheesecake con frutos rojos y frutillas con crema. Ahora incorporaron tiramisú, que como se sabe es un postre proveniente de la cultura italiana, al que se le conocen dos posibles orígenes, uno toscano y otro véneto.
Helados Daniel nació en la localidad bonaerense de Victoria, de ahí que uno de sus gustos más emblemáticos sea el llamado "delicias de la isla". Incluye nueces pecan, claro, un producto típico del Delta del Paraná. Otros sabores propios son el marmolado de frutilla y el Danicol.
En Belgrano, Furchi se destaca por algunas "rarezas" como higo con Roquefort (en realidad queso azul); manzana o ananás al perejil; y dulce de batata y queso. Para fin de año elaboran el pan dulce helado, una osadía que hicieron a pedido del recordado escritor Marco Denevi, que supo ser un habitué de esta heladería de la avenida Cabildo.
Otro caso particular es el de Jauja, heladería con origen patagónico. Alguna vez sorprendieron con gustos como mate cocido y cerveza. Pero su fuerte son los berries o frutos rojos. Así crearon uno de boysenberry (híbrido de frambuesa, zarzamora y zarza logana, un invento de un tal Sr. Boysen). Y también de corinto (variedad de grosella roja), de calafate con leche de oveja, o mousse de guindas.
En Munchi's, en cambio, el diferencial es la leche de vacas Jersey, la favorita de la dueña cuyo apodo lleva la cadena. Allí, lo más raro que se puede encontrar son el "remolino", el merengue Munchi's, y la crema de Jersey original.
Un caso especial son los Dolce Morte, que Joaquín Grimaldi elabora en el Hotel Four Seasons y pueden probarse en los restaurantes Elena y Nuestro Secreto, así como en el bar Pony Line. Entre los sabores de Dolce Morte que recordamos están el In (Off) Dulce de Leche con vauquitas Candy. Algunos gustos de cremas, son el Mococho (café, chocolate con leche y coco), Cabra / Dátiles (queso de cabra con dátiles macerados), Halva halva hey! (base helada de sésamo y pasta de maní), Sambayoncito / Quinotos (semisabayón con quinotos con almíbar), Lemon Fly (limón, leche, jengibre caramelizado) y Cinnamon Raising Roll (helado de canela, pasas sultanas y crossant). También sorbetes, como el Fizz me Pomelo, Pepino / Maracuyá, Mandarina & Cacao Aireado, Manzana Granny Smith, y Frambuesa / Remolacha / Vitamina C. También están los "Old Fashion Iced Cakes", tales los casos del Black Forest (moelleaux de chocolate, helado de crema y cerezas al maraschino), "Tirami Su" (biscuit demi cuit de café, helado de mascarpone y marsala, y biscuit de cacao, y "Pastel de Tres Leches" (bizcochuelo de vainilla y mojo de leches).
Y también una marca mendocina, Dolcezza, que sorprende con sabores como roble, lavanda, alfajorcito de Maizena, oliva y roiboos (con el que se hace una infusión). El emprendimiento cuenta con una carta con otros gustos tradicionales y sorbetes.
Al fin y al cabo, en cuestión de gustos no hay nada escrito, como dice el conocido refrán. Solo que los argentinos somos bastante aburridos para comer y poco dispuestos a salirnos del libreto. Aun así, algunos se la juegan con sabores que seguirán siendo minoritarios. Y los heladeros saben que por cada cien kilos de dulce de leche, uno o a lo sumo dos serán de mandarina con miel o de tiramisú.
Ya sabemos que los argentinos tenemos ideas fijas respecto al gusto de helados que solemos elegir. La crema americana, el chocolate y el dulce de leche son los más repetidos, siempre. Pero algunas heladerías se animan a ofrecer algo distinto.
Los empresarios gastronómicos saben que es indispensable darles a los consumidores lo que ellos piden. Es imposible que falten gustos como crema americana, chocolate, dulce de leche, frutilla y vainilla, los cincos más requeridos por los consumidores.
Pero hay un público, minoritario pero público al fin, que reclama otras opciones, más jugadas. Aun cuando a veces no den resultados satisfactorios para el negocio.
Las heladerías artesanales de cadena (que están en el medio entre las industriales y las más pequeñas de barrio), en general son menos permeables a estos desafíos, al menos si lo hacen es en forma esporádica y raramente salvo alguna sorpresa de parte de la respuesta de los consumidores, estos gustos más jugados no permanecen en la carta.
Un caso emblemático es el de Persicco, que una vez quiso innovar y presentó el Bellini. Se trataba, ni más ni menos, de una versión helada del famoso trago creado en 1948 por Giuseppe Cipriani, en el Harry's Bar de Venecia. Se prepara con espumante con pulpa de durazno. La oferta de Bellini en Persicco duró lo que una temporada de frutas de carozo o ni siquiera eso. Increíblemente nadie lo pedía. Hoy esta cadena suele tener solo sabores tradicionales.
Quizá sea Chungo el que más renueva su propuesta con algunos agregados que son bastante atípicos. Fuera del helado para veganos, que realmente es para un sector muy reducido (no apto para una persona que disfruta de la comida y la bebida sin autoprohibiciones), en esta cadena tradicional nacida en el norte de la ciudad, suelen sorprender con sabores como limón con jengibre y menta; mandarina con miel, y Toddy Chocolat, entre otros. Sin embargo, el must sigue siendo el chocolate veramente nero, que se hace con materia prima belga, de primerísima calidad.
HAY QUE SER OSADO PARA SACAR A UN ARGENTINO DEL DULCE DE LECHE, EL CHOCOLATE Y LA CREMA AMERICANA. PERO HAY HELADERÍAS QUE SE LA JUEGAN CON SABORES MENOS COMUNES.
Freddo también suele contar con algunos sabores menos previsibles, como queso y dulce; cheescake de maracuyá, o las interpretaciones de postres en versión sundae: lemon pie; brownie bombón; cheesecake con frutos rojos y frutillas con crema. Ahora incorporaron tiramisú, que como se sabe es un postre proveniente de la cultura italiana, al que se le conocen dos posibles orígenes, uno toscano y otro véneto.
Helados Daniel nació en la localidad bonaerense de Victoria, de ahí que uno de sus gustos más emblemáticos sea el llamado "delicias de la isla". Incluye nueces pecan, claro, un producto típico del Delta del Paraná. Otros sabores propios son el marmolado de frutilla y el Danicol.
En Belgrano, Furchi se destaca por algunas "rarezas" como higo con Roquefort (en realidad queso azul); manzana o ananás al perejil; y dulce de batata y queso. Para fin de año elaboran el pan dulce helado, una osadía que hicieron a pedido del recordado escritor Marco Denevi, que supo ser un habitué de esta heladería de la avenida Cabildo.
Otro caso particular es el de Jauja, heladería con origen patagónico. Alguna vez sorprendieron con gustos como mate cocido y cerveza. Pero su fuerte son los berries o frutos rojos. Así crearon uno de boysenberry (híbrido de frambuesa, zarzamora y zarza logana, un invento de un tal Sr. Boysen). Y también de corinto (variedad de grosella roja), de calafate con leche de oveja, o mousse de guindas.
En Munchi's, en cambio, el diferencial es la leche de vacas Jersey, la favorita de la dueña cuyo apodo lleva la cadena. Allí, lo más raro que se puede encontrar son el "remolino", el merengue Munchi's, y la crema de Jersey original.
Un caso especial son los Dolce Morte, que Joaquín Grimaldi elabora en el Hotel Four Seasons y pueden probarse en los restaurantes Elena y Nuestro Secreto, así como en el bar Pony Line. Entre los sabores de Dolce Morte que recordamos están el In (Off) Dulce de Leche con vauquitas Candy. Algunos gustos de cremas, son el Mococho (café, chocolate con leche y coco), Cabra / Dátiles (queso de cabra con dátiles macerados), Halva halva hey! (base helada de sésamo y pasta de maní), Sambayoncito / Quinotos (semisabayón con quinotos con almíbar), Lemon Fly (limón, leche, jengibre caramelizado) y Cinnamon Raising Roll (helado de canela, pasas sultanas y crossant). También sorbetes, como el Fizz me Pomelo, Pepino / Maracuyá, Mandarina & Cacao Aireado, Manzana Granny Smith, y Frambuesa / Remolacha / Vitamina C. También están los "Old Fashion Iced Cakes", tales los casos del Black Forest (moelleaux de chocolate, helado de crema y cerezas al maraschino), "Tirami Su" (biscuit demi cuit de café, helado de mascarpone y marsala, y biscuit de cacao, y "Pastel de Tres Leches" (bizcochuelo de vainilla y mojo de leches).
Y también una marca mendocina, Dolcezza, que sorprende con sabores como roble, lavanda, alfajorcito de Maizena, oliva y roiboos (con el que se hace una infusión). El emprendimiento cuenta con una carta con otros gustos tradicionales y sorbetes.
Al fin y al cabo, en cuestión de gustos no hay nada escrito, como dice el conocido refrán. Solo que los argentinos somos bastante aburridos para comer y poco dispuestos a salirnos del libreto. Aun así, algunos se la juegan con sabores que seguirán siendo minoritarios. Y los heladeros saben que por cada cien kilos de dulce de leche, uno o a lo sumo dos serán de mandarina con miel o de tiramisú.
