Del Hyatt a La PanaderíaLunes, 25 de julio de 2016Rodrigo Da Costa, con experiencia en el Palacio Duhau Park Hyatt Hotel, superó en la final de Dueños de la Cocina, a Matías Rouaux, ex Chila. Hubo fallo dividido en el jurado y desempató el público. Narda no votó.
Telefé.com.ar
Si uno lo mira desde el punto de vista del lugar donde han trabajado es lógico que, por su experiencia laboral, Rodrigo Da Costa y Matías Rouaux llegaran a la final de Dueños de la Cocina, el programa de Telefé que languideció los sábados por la noche cuando Susana Giménez lo desplazó del prime time del domingo.
Da Costa ganó el premio de 300 mil pesos y de ahora en más, debe evaluar si deja el lujo del Restaurante Duhau para hacerse cargo durante un año del nuevo local de La Panadería de Pablo, en Olivos.
En el último programa del ciclo, Rodrigo ya estaba clasificado para la final, de modo que su competidor debía salir de la "batalla" entre Matías Rouaux, Gustavo Portela y Thierry Henri Marle (casi homónimo de Marley, el conductor).
Matías, el exintegrante de la brigada de Soledad Nardelli en Chila, finalmente fue elegido para competir con Da Costa. Allí, además del jurado que integraron Narda Lepes, Donato de Santis y Christophe Krywonis, se sumaron Germán Martitegui y Pablo Massey, quien será el jefe del ganador del programa.
Todo quedó entre viejos conocidos, es decir "Los amigos de Narda", que suelen votar juntos y en conjunto en la lista de los 50 Best Restaurants. Esta vez, sin embargo, no hubo contubernio ya que Donato y el francés eligieron a Matías, en tan toque los dos chefs invitados lo hicieron por el ganador.
Empatados en el voto del jurado y sin que Narda dijera a quien elegía, que ni hizo falta, definió el público. Allí, los comensales invitados habían optado por Rodrigo en cantidad de comandas y en sabor.
En la final, los dos finalistas debieron servir un menú de cuatro pasos para ochenta comensales, para lo cual pudieron optar por varios de sus excompañeros que ya habían sido eliminados.
RODRIGO DA COSTA, UN COCINERO DEL RESTAURANTE DUHAU, GANÓ LA PRIMERA EDICIÓN DE DUEÑOS DE LA COCINA Y SERÁ EL CHEF DEL NUEVO LOCAL DE LA PANADERÍA DE PABLO, EN OLIVOS, SI ES QUE LO ACEPTA.
Rodrigo preparó un tartare de salmón rosado y emulsión de palta; mollejas con miel especiada y criolla de pimientos asados; ñoquis de ricota y queso con estofado de cordero, y crema de chocolate blanco y yogur con crumble de algarroba y frambuesas.
Matías cocinó langostinos al vodka; lisa con puré de zapallitos; bife de chorizo con chimichurri y polenta, y biscuit de chocolate con helado de algarroba.
No se entendió bien por qué Narda no llegó a votar, aunque al final tuvo palabras de elogio hacia el ganador. Y la pregunta que cabe es a qué se debió el voto dividido del jurado, sobre todo cuando sabemos que suelen coincidir en otras instancias donde tienen que optar por los mejores restaurantes de la Argentina. Ahí siempre gana Tegui, claro.
Pese a los pedidos de transparencia, en los 50 Best no se dan a conocer los votos de cada jurado, tal vez para no quedar en evidencia. En la tele es más complicado y, tal vez, se hayan puesto de acuerdo para que el resultado no fuera demasiado sugestivo. Narda, cual Pilatos, no dijo ni mu.
Dueños de la Cocina finalizó su ciclo que no alcanzó el rating de su antecesor, Master Chef. Promedió los 10 puntos que, según el lado del cristal con el que se mire, puede resultar bueno o malo. Pero de todos modos, la repercusión estuvo lejos de las expectativas.
Y su pase a la noche del sábado, justo en las instancias finales, mostró que el canal de las pelotitas no tuvo demasiado interés en un cierre que llegaba sin pena ni gloria.
Como corolario de todo esto, hay que decir que ni la simpatía de Marley pudo levantar la puntería. Donato y Christophe se repitieron hasta el hartazgo (tanto como el nuestro al ver el programa) y Narda demostró que como actriz es muy mala, pues sobreactuó todo el tiempo.
Y una cosa extraña fue ver cómo muchas veces el voto del jurado no coincidía con la opinión del público.
Habrá que ver si hay bis. Por el bien de la gastronomía argentina, esperemos que no, salvo que cambien el jurado y hagan un programa serio y sin guión preestablecido.
Rodrigo Da Costa, con experiencia en el Palacio Duhau Park Hyatt Hotel, superó en la final de Dueños de la Cocina, a Matías Rouaux, ex Chila. Hubo fallo dividido en el jurado y desempató el público. Narda no votó.
Si uno lo mira desde el punto de vista del lugar donde han trabajado es lógico que, por su experiencia laboral, Rodrigo Da Costa y Matías Rouaux llegaran a la final de Dueños de la Cocina, el programa de Telefé que languideció los sábados por la noche cuando Susana Giménez lo desplazó del prime time del domingo.
Da Costa ganó el premio de 300 mil pesos y de ahora en más, debe evaluar si deja el lujo del Restaurante Duhau para hacerse cargo durante un año del nuevo local de La Panadería de Pablo, en Olivos.
En el último programa del ciclo, Rodrigo ya estaba clasificado para la final, de modo que su competidor debía salir de la "batalla" entre Matías Rouaux, Gustavo Portela y Thierry Henri Marle (casi homónimo de Marley, el conductor).
Matías, el exintegrante de la brigada de Soledad Nardelli en Chila, finalmente fue elegido para competir con Da Costa. Allí, además del jurado que integraron Narda Lepes, Donato de Santis y Christophe Krywonis, se sumaron Germán Martitegui y Pablo Massey, quien será el jefe del ganador del programa.
Todo quedó entre viejos conocidos, es decir "Los amigos de Narda", que suelen votar juntos y en conjunto en la lista de los 50 Best Restaurants. Esta vez, sin embargo, no hubo contubernio ya que Donato y el francés eligieron a Matías, en tan toque los dos chefs invitados lo hicieron por el ganador.
Empatados en el voto del jurado y sin que Narda dijera a quien elegía, que ni hizo falta, definió el público. Allí, los comensales invitados habían optado por Rodrigo en cantidad de comandas y en sabor.
En la final, los dos finalistas debieron servir un menú de cuatro pasos para ochenta comensales, para lo cual pudieron optar por varios de sus excompañeros que ya habían sido eliminados.
RODRIGO DA COSTA, UN COCINERO DEL RESTAURANTE DUHAU, GANÓ LA PRIMERA EDICIÓN DE DUEÑOS DE LA COCINA Y SERÁ EL CHEF DEL NUEVO LOCAL DE LA PANADERÍA DE PABLO, EN OLIVOS, SI ES QUE LO ACEPTA.
Rodrigo preparó un tartare de salmón rosado y emulsión de palta; mollejas con miel especiada y criolla de pimientos asados; ñoquis de ricota y queso con estofado de cordero, y crema de chocolate blanco y yogur con crumble de algarroba y frambuesas.
Matías cocinó langostinos al vodka; lisa con puré de zapallitos; bife de chorizo con chimichurri y polenta, y biscuit de chocolate con helado de algarroba.
No se entendió bien por qué Narda no llegó a votar, aunque al final tuvo palabras de elogio hacia el ganador. Y la pregunta que cabe es a qué se debió el voto dividido del jurado, sobre todo cuando sabemos que suelen coincidir en otras instancias donde tienen que optar por los mejores restaurantes de la Argentina. Ahí siempre gana Tegui, claro.
Pese a los pedidos de transparencia, en los 50 Best no se dan a conocer los votos de cada jurado, tal vez para no quedar en evidencia. En la tele es más complicado y, tal vez, se hayan puesto de acuerdo para que el resultado no fuera demasiado sugestivo. Narda, cual Pilatos, no dijo ni mu.
Dueños de la Cocina finalizó su ciclo que no alcanzó el rating de su antecesor, Master Chef. Promedió los 10 puntos que, según el lado del cristal con el que se mire, puede resultar bueno o malo. Pero de todos modos, la repercusión estuvo lejos de las expectativas.
Y su pase a la noche del sábado, justo en las instancias finales, mostró que el canal de las pelotitas no tuvo demasiado interés en un cierre que llegaba sin pena ni gloria.
Como corolario de todo esto, hay que decir que ni la simpatía de Marley pudo levantar la puntería. Donato y Christophe se repitieron hasta el hartazgo (tanto como el nuestro al ver el programa) y Narda demostró que como actriz es muy mala, pues sobreactuó todo el tiempo.
Y una cosa extraña fue ver cómo muchas veces el voto del jurado no coincidía con la opinión del público.
Habrá que ver si hay bis. Por el bien de la gastronomía argentina, esperemos que no, salvo que cambien el jurado y hagan un programa serio y sin guión preestablecido.
